"En este momento, sigo siendo jugador del
Granada, a pesar de que en el fútbol las cosas pasan rápidamente. Realmente fue un año difícil. No suelo perder tantos partidos como fue el caso de esta última temporada. En lo personal, mi año no fue tan malo. Veremos lo que ocurre en las próximas semanas, pero no creo que vaya a seguir con el Granada en Segunda división", afirmaba ayer
Mehdi Carcela-González en 'Le Matin', donde analizan las posibilidades de futuro del atacante belga con pasaporte marroquí.
El
Betis estaba hace unas semanas muy interesado en el extremo, hasta el punto de que, cuando todavía comandaba la planificación
Miguel Torrecilla, hubo contactos con el entorno del futbolista, de los poco que se salvaron del conjunto nazarí en la 16/17. Además, su cláusula de rescisión, con el
Granada en la Categoría de Plata, descendía hasta unos asequibles 2,5 millones de euros, cantidad que resulta más que tentadora.
De abuelo onubense y bético,
Carcela encaja perfectamente en el perfil de extremo asociativo (a veces, demasiado individualista, eso sí), rápido, desequilibrante y con pegada que se busca en
Heliópolis, aunque lo cierto es que el sondeo no pasó al siguiente peldaño en las últimas semanas, por lo que el interés bético se habría enfriado, pese a que desde la planta noble del
Benito Villamarín no descartan todavía movimientos.
El Mónaco, un duro competidor
Valencia, Málaga, Fenerbahçe, Trabzonspor, Panathinaikos, Olympiacos y Olympique de Lyon son, según 'Le Matin', los pretendientes que han mostrado ya algún tipo de interés por
Carcela-González, aunque en Francia dan por hecho que el
Mónaco habría tomado a todos (también al
Betis) la delantera por el extremo. A su entrenador,
Leonardo Jardim, que adiestró en la 15/16 al Sporting Clube cuando el belga-marroquí militaba en el Benfica, le convence para cubrir las salidas de
Bernardo Silva y su paisano Dirar.