El fichaje de Carles Gil por el Betis
va por buen camino, según confirman a ESTADIO fuentes de la negociación, hasta el punto de que los responsables verdiblancos, que han alcanzado
un principio de acuerdo con el extremo, se encuentran solamente a la espera de que el
Aston Villa rebaje sus pretensiones. Y es que desde el entorno del valenciano ratifican punto por punto
la primicia de este diario en la víspera, añadiendo que el canterano che
está “muy ilusionado” con el proyecto que preparan en Heliópolis para la temporada 2016/2017, que le habría transmitido ya personalmente una de sus cabezas visibles, y que perseguiría objetivos más ambiciosos que en el curso anterior. El mismo portavoz redunda en lo bien posicionado que se encuentra el cuadro hispalense en la carrera por hacerse con el pase del atacante, ya que, del
cuarteto de aspirantes españoles (la mayoría de ellos, de la mitad superior de la clasificación), es el que de manera más firme apuesta no por el préstamo, sino por el
traspaso. A ello tampoco se oponen sus pretendientes de la Premier, si bien el interesado tratará de seguir en LaLiga.
A sus 24 años, Carles Gil de Pareja Vicent pretende corresponder también el prolongado seguimiento en el tiempo por parte del Betis, que
ha intentado su contratación varias veces en los últimos tres años, prácticamente en cada ventana de transferencias desde que descollara en las filas del Elche. El Valencia prefirió recuperarlo para su plantilla y, en vez de cedérselo luego en invierno, venderlo al Aston Villa a cambio de
unos 4,5 millones de euros, otros dos en variables, conservando un derecho de tanteo
más el 10% de una futura venta que, ahora, se podría embolsar finalmente.
Por ello, en Birmingham apuestan por unos números superiores a los abonados en enero de 2015 que le permitan recuperar su inversión y afrontar sus compromisos con el club levantino, si bien el Betis madurará las negociaciones para abaratar al máximo un fichaje que tiene
bastante encaminado y que, según todas las partes, terminará llegando a buen puerto. En este caso,
el Deportivo tendría muy difícil prolongar el préstamo del extremo valenciano, que perdió dinero en la 15/16 yendo a La Coruña (el Alavés pagaba su ficha casi al completo) por su deseo de enrolarse en un proyecto a priori más competitivo que el vitoriano. Ahora, Gil lo tiene claro:
quiere vestir de verdiblanco.