El
Juzgado de lo Penal número 14 de Sevilla
juzgará este jueves a Rubén Castro por los
malos tratos cometidos supuestamente
sobre su expareja sentimental, hechos por los que la Fiscalía le pide cuatro años de cárcel y la acusación particular ocho años y nueve meses de prisión.
En noviembre de 2016, la juez de Violencia sobre la Mujer número 3 abrió juicio oral contra el delantero canario y tuvo por formulada la acusación contra el futbolista por parte de la Fiscalía por un delito de malos tratos habituales, un delito de amenazas leves y seis delitos de maltrato en el ámbito familiar.
Igualmente, tuvo por formulada la acusación contra el delantero por parte de su expareja, por
un delito de amenazas leves, seis delitos de maltrato en el ámbito familiar del artículo 153.2, un delito de maltrato en el ámbito familiar del artículo 153.1, un delito de coacciones, un delito de violencia habitual, un delito de agresión sexual y una falta de injurias.
El
delito de agresión sexual fue introducido por la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla, que estimó de este modo un recurso interpuesto por la exnovia del futbolista, lo que llevó a la juez a dictar este nuevo auto de apertura de juicio oral.
Asimismo, la juez requirió al acusado para el pago de una fianza en cualquiera de las formas admitidas en derecho por importe de
200.000 euros "con el fin de asegurar las responsabilidades pecuniarias que en su día pudiesen declararse pertinentes", advirtiéndole de que, en caso de no abonar la fianza, se le exigirá por la vía de apremio o mediante el embargo de bienes de su propiedad.
Le piden cuatro añosInicialmente, el Ministerio Público solicitó para el delantero
dos años y un mes de prisión, petición que finalmente elevó a cuatro años de cárcel después de que la Audiencia Provincial de Sevilla dictara en febrero del año pasado una resolución en la que ampliaba los cargos contra Rubén Castro y le atribuía nuevas agresiones contra la víctima.
De su lado, la acusación particular que ejerce la exnovia del delantero del Betis solicita para el futbolista ocho años y nueve meses de cárcel por un delito de amenazas leves, siete delitos de maltrato en el ámbito familiar, uno de ellos con la agravante de presencia de una menor y otro con la agravante de aprovechamiento de la circunstancias del lugar, y por un delito de agresión sexual.
De manera subsidiaria, pide la imposición de una pena de siete años de prisión por un delito de maltrato, otro de coacciones, uno de violencia habitual y otro de agresión sexual así como por una falta de injurias.
En concepto de responsabilidad civil, la letrada de la supuesta víctima solicita una indemnización de 150.000 euros por el daño físico y moral ocasionado y 500 euros por los daños físicos causados en la última agresión.