La desastrosa imagen demostrada el pasado viernes en
Granada preocupa, y mucho, en la planta noble del
Benito Villamarín, donde existe la preocupación de cómo será recibido el equipo el sábado, durante el
derbi. El malestar en el
beticismo es patente, a pesar de haberse caracterizado la afición del
Betis, históricamente, por saber estar a las duras y a las maduras, aún más en una cita como el derbi ante el eterno rival.
Un habitual apoyo que el club, en esta ocasión, está queriendo fomentar. De hecho, ayer, a través de la radio oficial del club, el mensaje fue claro. En el
Villamarín todos entienden el enfado de la afición, pero solicitan el apoyo de los suyos hasta que el árbitro pite el final del partido. Y es que en el
Betis saben que necesitan más que nunca el apoyo de los béticos, tal y como también comentó
Petros en televisión.