No era nada fácil la papeleta que tenía el Unicaja Málaga, que tras perder los dos duelos en casa, llegaba a Murcia sin red de seguridad, y en la primera bola de partido, y siendo superior desde el arranque, ha forzado el cuarto partido de esta semifinal de la Liga Endesa que le enfrenta al UCAM Murcia al ganar por 66-74, en la que los murcianos dejaron escapar su primera posibilidad para acceder a la que sería la primera final en sus 26 temporadas en la élite. Ese cuarto encuentro tendrá lugar el lunes en el mismo escenario.
Dos tremendos parciales -el 0-15 de salida y un 2-15 cuando el rival apretaba en el tercer cuarto- resultaron claves para el conjunto andaluz, que llegaba a Murcia con el agua al cuello y tomó aire, porque lo que había en juego era mucho para ambos contendientes y el que tenía la presión para, siendo favorito, no caer eliminado, era el cuadro malagueño, que comenzó muchísimo más entonado. La prueba de ello fue que mandaba por 0-15 tras cuatro minutos y medio. Ni siquiera un tiempo muerto pedido por Sito Alonso paró la sangría en contra de los de casa con Dylan Osetkowski campando a sus anchas.
Dustin Sleva, con un triple, inauguró el marcador del UCAM pero los malagueños siguieron a lo suyo y mantuvieron la diferencia al término del primer cuarto (9-25) y la ampliaron en el comienzo del segundo. El aro se le seguía haciendo pequeño a los granas hasta que Howard Sant-Roos, Jonah Radebaugh y Troy Caupain, con tres triples seguidos, hicieron cambiar la tendencia. Un parcial de 13-2 motivó que se redujera la diferencia a siete puntos, y volvía a haber partido. Sin embargo, de nuevo Osetkowski y Yankuba Sima emergieron con fuerza en el choque y ocho puntos entre ambos propiciaron un parcial que ponía las cosas casi donde estaban. La primera parte concluyó con un 24-39 que mostraba la superioridad de los visitantes.
Esa ventaja llegó desde el acierto y también en el plano físico -32 rebotes de los malagueños y 17 de los murcianos en ese momento- y 35-51 al final-. Teniéndolo presente el cuadro universitario apretó desde el inicio del segundo tiempo. Un triple y un 2+1 de Sleva y un mate de Yannis Morin hicieron creer a los locales en la posibilidad de remontar, pero la reacción del Unicaja no se hizo esperar y fue demoledora, hasta el punto de dejar casi sentenciado el duelo. En el tramo final el los locales bajaron los brazos, sacaron a algunos menos habituales y se centraron en descansar de cara a lo que les viene dentro de dos días, en la que va a ser su última oportunidad de hacer historia en casa.