Fue uno de los héroes del único ascenso del Real Betis a la Liga ACB y, sin embargo, no le dieron la confianza para asentarse en la mejor Liga del mundo fuera de la NBA. Lluís Costa tuvo que dar marcha atrás. Volver a intentarlo. Y pasar por Hungría y por tener un breve regreso en el filial del Barça, afrontó el reto del ascenso de nuevo, esta vez con el Granada.
En la capital nazarí no sólo lo logró, sino que se hizo una pieza fundamental en el equipo. En el regreso a la ACB comandó algunas de las mejores estadísticas, tuvo mucho protagonismo con Pablo Pin y acabó siendo la pasada temporada uno de los mejores bases de la Liga Endesa. El premio le ha llegado al fin y este año jugará en La Laguna Tenerife, uno de los equipos que lucharán por títulos en Europa y por estar en una de las cuatro primera posiciones del campeonato español.
“Tengo muchas ganas de empezar y sobre todo, de competir”, asegura el base catalán, encantado con la confianza que el técnico del club tinerfeño, Txus Vidorreta, le ha transmitido. “Me viene muy bien, creo que no podría estar en un sitio mejor”, añadía el ex del Betis.
Lluís Costa llega a un equipo en el que, para su posición, sonó Sergio Rodríguez antes de que anunciara su retirada. Y en el que está otro mito del baloncesto mundial, como es Marcelinho Huertas, un jugador junto al que podrá seguir creciendo.
“Es una leyenda, me acuerdo de cuando era pequeño o. incluso, de estar en el Barça B y que él estuviera allí. Y ahora, compartir vestuario y cancha con él, es una pasada”, confirma el de San Justo Desvern.
Costa es un currante, que aparte de los clubes mencionados, ha tenido que pasar por Autocid Ford Burgos, Peñas Huesca, Basquet Manresa o Monbus Obradoiro, antes de llegar a la elite. Por eso, tiene los pies en el suelo y acepta su rol y lo que puede aportar en Tenerife. “Soy un jugador listo en la cancha. Con 1.85 tienes que pensar e intento que mis compañeros se sientan cómodos conmigo. Al final es lo que tengo que cumplir en la posición de base”, reconoce Costa, que a sus 31 años ha alcanzado la cima que buscó desde que, hace una década, salió de la cantera blaugrana.