No bajan las aguas calmas por La Fonteta. Tras seis derrotas consecutivas entre la Liga ACB y la Euroliga, en el Valencia Basket son conscientes de que necesitan dar un giro de 180 grados si no quieren que la temporada se les escape antes de tiempo. Por ello, y tras la dolorosa derrota ante Baskonia por 84-98, el entrenador de la entidad valenciana, Álex Mumbrú, ha decidido tomar medidas drásticas para que la pobre imagen del equipo no se repita, y mucho menos en casa.
Según ha podido saber EFE a través de diversas fuentes, el técnico encerró a su plantilla en el pabellón tras el mencionado partido y no dejó marchar a los jugadores hasta que repasaron detalladamente el vídeo del mismo; tanto es así que no se fueron a sus casas hasta entrada la madrugada.
La reacción de Mumbrú no se puede catalogar de sorpresa. Ya en rueda de prensa dejó claro su enorme descontento con la segunda parte de su equipo tanto por cómo se vino abajo tras haber dominado el juego en la primero como por la imagen que ofreció a los casi siete mil seguidores del club que acudieron al pabellón. Así lo expresó mientras pedía perdón a los aficionados: "No podemos caer así en casa, es obvio", comentó antes de asegurar que él se encargaría de que no volviera a pasar.
Quizás con la idea de cumplir su 'promesa', y antes de abandonar el vestuario para acudir a la pertinente rueda de prensa, Mumbrú se dirigió a su plantilla para decirle que debía quedarse en el vestuario, ya que una vez atendiese a los medios quería volver a hablar con ellos. En ese momento eran ya casi las once de la noche y la plantilla acabo por salir de madrugada del pabellón. En su charla el técnico transmitió su enfado a los jugadores y juntos repasaron la segunda parte del encuentro en la que recibió un parcial de 32-54 que le condujo al 84-98 final.
Más allá de señalar y tomar nota de errores individuales y colectivos, jugadores y técnicos intercambiaron ideas sobre cómo hacer mejorar el juego de equipo en los próximos encuentros. Desde el cuerpo técnico insisten en que la falta de acierto en el tiro, aunque sea un lastre en el juego no puede desconectar al equipo. La primera oportunidad para revertir la situación llega este domingo 3 de diciembre, de nuevo ante Baskonia.