La mayor alegría seguro que se la habrá llevado Montella por lo que supone de cara al exigente calendario, que el central más caro de la historia nervionense haya alzado por fin la voz y postulado como una alternativa de garantías para la defensa. Hasta ayer, Kjaer tan sólo había generado dudas y su presencia en el once a última hora por Mercado creó cierta inquietud, ya que en otras ocasiones la pareja formada con Lenglet no había funcionado.
En cambio, en su vuelta al once un mes y medio después, el danés se reivindicó con autoridad merced a una actuación sin fisuras en la que se impuso en cada batalla y se mostró sencillamente insuperable en el juego aéreo. Se entendió con Lenglet como lo hace Mercado y no dudó en abandonar su zona de confort para evitar que los delanteros jugaran de espaldas con comodidad. Siempre seguro e inteligente a la hora de posicionarse y sin complicarse con el esférico, Kjaer adquiere la confianza que precisaba y se ofrece como opción fiable para el eje de la zaga.