Jannik Sinner sigue acaparando todos los focos desde que llegara al US Open. Pese a su polémica por el doble positivo que dio en clostebol hace unos meses y que se dio a conocer justo antes del último Grand Slam del año, el tenista transalpino ha conseguido aislarse y colarse en la final.
Pero su última victoria, frente a Jack Draper, le ha dejado una pequeña secuela que le va a mantener en vilo hasta el mismo domingo. Concretamente, fue una caída en la que apoyó su muñeca y le obligó a recibir asistencia médica sobre la pista. Luego, pudo continuar como si nada, pero en la rueda de prensa confirmó su preocupación.
“El fisio me ayudó a relajarme muy rápido en la pista, así que al principio me sentí bien. Después se me fue cuando empecé a jugar, lo que es algo bueno. Veremos como va mañana cuando se enfríe, será un sentimiento diferente. Espero que no sea nada por lo que preocuparse. Estoy bastante tranquilo porque si fuera algo malo lo sentiría. Veremos cómo va”, explicó el italiano.
Sobre su exitosa trayectoria en este US Open, Sinner fue rotundo a la hora de señalar la clave: “Hemos ido día a día, sin muchas expectativas, tratando de encontrar mi juego y nuestro ritmo. El primer día lo empecé perdiendo el primer set. He estado tratando de encontrar la confianza durante estos días. Entrenamos duro en los días entremedio de los partidos, tratando de preparar cada uno lo mejor posible. Así que estoy contento con alcanzar la final aquí, es un torneo especial y veremos qué nos deparará el domingo”.
Pese a que es el gran favorito para hacerse con este Grand Slam, Sinner es consciente de que todavía tiene que pulir muchos fallos: “En la red en ocasiones fallo algunas voleas. Todavía siento que puedo mejorar un poco en mi elección de los golpes. También algunos pequeños detalles que marcan una gran diferencia cuando juegas a alto nivel. Mi equipo y yo sabemos en lo que tengo que mejorar. Hoy, por ejemplo, tendría que haber subido más a la red. Pero eso es algo que lleva su tiempo, no es cuestión de magia, hay que atravesar ciertos momentos. He perdido partidos haciendo bien las cosas, entonces tienes que seguir trabajando en eso. También he ganado partidos haciendo las cosas mal. Hay que comunicarse con el equipo e intentar encontrar el equilibrio. Así que sí, todavía puedo mejorar".
Por último, admitió que es consciente del ambiente que se encontrará el domingo, al medirse a un rival estadounidense: “La atmósfera va a ser la que va a ser. Estamos en Estados Unidos, en nueva York, jugando contra un estadounidense, así que el público estará un poco más de su lado. Pero es normal, es como cuando juego en Italia, que es un poco lo mismo. Así que lo aceptaré, tengo a mi equipo y a mi gente cerca de mí. En mi cabeza sé que habrá mucha gente viéndome en casa desde Italia, así que solamente necesito un poco de su apoyo”.