Rafa Nadal acabó con todas las especulaciones y las dudas que podría tener él mismo sobre si podría volver a ser competitivo y solventó por la vía rápida su debut en el Brisbane Internacional, torneo ATP250 del ATP Tour, ante el austriaco Dominic Thiem, al que doblegó por 7-5 y 6-1.
El tenista balear supo controlar el nerviosismo con el que saltó a pista, la falta de ajuste, especialmente al resto, que se le apreció de inicio y mostró una efectividad con su saque que le permitió llegar con confianza a los momentos clave. A partir de ahí fue el Nadal de siempre, una apisonadora... Thiem, que había mantenido el tipo y había tratado de presionar en el tramo final del primer set, sólo pudo agachar la cabeza y bajar los brazos.
Su rival en la siguiente ronda será el australiano Jason Kubler, un contrincante con peor ránking aún que Thiem, ya que es 102 del mundo, pero que en su debut ha derrotado a uno de los cabezas de serie, el ruso Aslan Karatsev, por 6-4, 6-7(4) y retirada.
El partido, pese al resultado, no fue nada cómodo para el español. Nadal ganó, demostró no haber perdido ninguna de las armas de ataque que le caracterizan e, incluso, sacó mejor que de costumbre y ganó el 90 % de los puntos con su servicio, pero aún le queda mucho que mejorar para llegar donde quiere. Thiem apenas le hizo sufrir y el resultado no fue más abultado debido a que el español se mostró algo dubitativo a la hora de recibir, algo que, con partidos y tiempo, acabará solucionando.
Esa 'debilidad' permitió a Thiem salir indemne de un mal inicio con su servicio. Nadal sacaba adelante sus saques y su derecha hacía estragos, pero cuando era el rival el que servía, sus restos no eran lo definitivos de otras épocas y el austriaco sabía aprovechar esa oportunidad. Sin opciones de 'break' para ninguno de los dos se llegó al tramo final del primer set. Thiem elevó el nivel y presionó a Nadal con cuatro iguales, pero el balear demostró que, de cabeza, también sigue siendo el de siempre y supo aguantar la presión.
Diferente fue cuando ocurrió al contrario y fue Nadal el que, con 5-6, se fue a por su rival. Thiem salvó hasta tres bolas de set en contra, pero de igual forma que lo lograba, volvía a ceder una nueva opción al balear. A la cuarta, Rafa no perdonó y tras un nuevo error de su rival se apuntó el primer set.
Con ello también se llevó el partido, porque Thiem volvió muy tocado del descanso y vio cómo su rival se iba rápidamente 3-0 arriba. Los saques del austriaco no eran ya ten definitivos y a ellos sumaba ahora errores no forzados que facilitaron la labor. Nadal se tomó un pequeño 'respiro' e hizo ilusionarse por momentos a Thiem con el 3-1 y 15-30, pero tras levantar ese momento complicado con suficiencia, hasta ahí llegó la resistencia de su rival. Thiem entregó su siguiente saque y, con él, el partido.
"Gracias por el apoyo. Hoy era un día muy especial para mí", afirmaba el español a pie de pista y ante la mirada de su familia, que al completo asistió a su regreso tras casi un año parado. "He jugado de una manera positiva ante un público increíble. He tenido miles de mensajes de apoyo estos meses y he echado de menos ser competitivo y jugar. (...) Cada año que durante toda mi carrera me han apoyado aquí en Australia. Me alegro de volver a sentirme competitivo y devolverle a esta afición su apoyo", afirmaba desde la pista a la conclusión del partido.