La retirada de Rafa Nadal este miércoles en la Copa Davis es ya uno de los momentos más tristes del deporte español, ya que las despedidas son tan inevitables como duras, y cuando suceden dejan un agujero en el pecho a quien durante años ha acompañado, tanto desde cerca como desde más lejos la carrera de la leyenda. El tenista balear es el mejor deportista español de la historia, y como tal se despidió con honores, pero desde hoy ya es parte del pasado, porque para él empieza una nueva vida que según parece le va a tener muy pero que muy entretenido.
No son pocos los negocios que tiene el manacorí, aunque el más importante de todos es sin duda la vida, ya que tiene muchas ganas de estar con su familia y disfrutar de la infancia de hijo de poco más de 2 años. Y en su discurso final lo dejó claro _"Nunca me ha fallado mi familia, ha estado conmigo en los momentos malos y me han mantenido con los pies en el suelo cuando todo iba bien. Eso hace que lo que venga en el futuro sea más fácil de llevar". Pero hay muchos más.
El tenis va a seguir muy presente en su vida, principalmente por su Academia de Manacor, que ya es una fábrica de estrellas del tenis, y que saca adelante diariamente junto a su familia. Una residencia, pistas de tenis y de pádel, un hotel, restaurantes. Ya lo explicó su tío Toni, una de las más grandes piezas de su carrera: "Rafael se va a dedicar a lo que hace prácticamente todo el mundo cuando se retira porque la vida continúa. Lleva tiempo asumiendo y preparando este momentos y sabía que la etapa del tenis profesional tenía un principio y un final". Rafa se va del tenis, pero el tenis no se va se Rafa.
Por si no tuviera suficiente, el balear firmó un acuerdo el pasado año por el que se convertía en embajador de la Federación Saudí de Tenis, un compromiso con Arabia Saudí, como imagen, y con planes de llegar abrir, incluso, una nueva escuela de tenis allí. Las iniciativas y proyectos al margen de las pistas alcanzan el mundo del turismo, de la hostelería, inmobiliaria, cosmética y nutrición, entre otros, por lo que tiene donde elegir.
Aún así, la pasión del ganador de veintidós títulos del Grand Slam es el deporte y el devenir apunta hacia ese lado. Capitanear el equipo de la Copa Laver o del cuadro español de la Copa Davis, forman parte del futuro imaginario que rodea la leyenda del balear. Y si vamos a objetivos más diversos, no podemos pasar de lado del sueño de convertirse en Presidente del Real Madrid.