Rafa Nadal reaparecía en el circuito ATP con una sonada victoria ante el otrora número 3 del mundo Dominic Thiem (7-5 y 6-1) en el Brisbane Internacional, torneo ATP250 que sirve para inaugurar la temporada 2024. La victoria de Nadal, aparte de desajustes propios de estar tanto tiempo sin competir, ha sido convincente y ha demostrado que su derecha sigue siendo tan potente como siempre lo ha sido.
Había dudas de qué nivel podía ofrecer, en parte admitidas por el propio Nadal y por su cuerpo técnico. Y que supuestamente se ha encargado de disipar con su actuación. Aunque haya sido ante un Thiem que ahora mismo ocupa el puesto 98 del ránking de la ATP. Sin embargo, el propio tenista de Manacor se ha encargado de rebajar la euforia...
"He tenido un buen día. He jugado muy sólido, casi sin cometer errores. No he tomado malas decisiones", admitía en la rueda de prensa posterior a su duelo con el austriaco, antes de advertir que "solo ha sido un buen comienzo". "Esto solo ha sido un partido, el próximo ya lo veremos. Es verdad que después de tanto tiempo, después de un año, he jugado muy bien, sobre todo, con todo lo que ha pasado y las circunstancias en las que he llegado hasta aquí", señala Nadal, que se marca un objetivo que va lejos de la ilusión que ha generado.
"Si puedo entrenar al nivel que necesito y juego partidos, las posibilidades de volver a ser competitivo antes son más altas, pero si vuelvo a tener problemas todo será más complicado, más duro", avisa y marca la fecha que se ha planteado para, si no tiene problemas entre medias, volver a ser lo más cercano a lo que era antes. "Si vuelvo a ser competitivo, genial. Será una sorpresa también. Ese es mi único objetivo, ser en un par de meses competitivo. Hay que ir día a día", añade el español, que se descarta así como candidato al Open de Australia que arranca en dos semanas.
La fecha marcada por él coincide con la que todos los exjugadores (Ljubicic, Corretja...) que han hablado sobre su regreso a lo largo del último mes indicaban. Estos coincidían en señalar que Australia sería el inicio, los Masters 1.000 norteamericanos la consolidación y la temporada de tierra batida el objetivo. Eso sí, siempre que no surja ningún problema.
"Lo principal y lo prioritario para mí es estar sano. He echado de menos estar sano. Extrañaba sentirme competitivo y jugar con un ambiente como éste y con tanto público", desvela un Rafa Nadal que seguía con dudas hasta el momento de saltar a la pista. "Cualquier cosa puede ocurrir después de mucho tiempo sin jugar un partido. Saltas a pista y te esperas cualquier cosa. Cosas increíbles o desastres. Un día malo o bueno. Venía sin demasiadas expectativas. Es normal en una situación como esta tener más nervios de lo normal. Tienes dudas del estado físico. Tenía duda de cómo podía salir todo. Sabía que también podía salir mal y eso me preocupaba", admite.
Aunque, por otro lado, también tenía confianza en sus posibilidades. "Evidentemente no se me ha olvidado jugar al tenis, pero lo difícil es ponerlo en práctica en un partido. Necesitas recuperar el movimiento y eso lleva tiempo", añade Nadal, al que se le ha visto especialmente dubitativo al resto, cuando siempre ha sido el mejor restador del circuito. Son cosas que tiene que ajustar y que le llevarán ese tiempo que se ha marcado.
De momento, se conforma con disfrutar de "un día feliz" y se "muestra encantado de volver a jugar otro día más". Será el jueves, ante Jason Kubler.