José Antonio Rivero3 min lecturaMarcus Willis, el inspirador profesor de tenis que dejó una huella imborrable en Wimbledon en 2016 al enfrentarse a Roger Federer en la pista central, ha recurrido a las redes sociales en busca de entradas para el torneo de este año.
Willis, ahora con 32 años, alcanzó la gloria al superar la fase previa de Wimbledon hace siete años, derrotando a jugadores destacados como Andrey Rublev y Daniil Medvedev, y logrando acceder al cuadro principal. En su primer partido venció al lituano Ricardas Berankis antes de enfrentarse y caer derrotado ante Federer en la pista central.
A pesar de la derrota, Willis dejó una marca imborrable en el torneo, no solo por su enfrentamiento contra el ocho veces campeón en la hierba de Londes, sino también por su magnífico golpe de globo que dejó asombrados a los espectadores.
Después de su destacada participación en Wimbledon, Willis fue captado en una fotografía hace algunos años, donde se le veía ayudando como albañil en las obras de construcción de su primo. Este inesperado giro de los acontecimientos mostró la versatilidad y humildad de este británico valiente.
Ahora, Willis ha vuelto a hacerse notar en las redes sociales al solicitar una entrada para el martes de Wimbledon, justo el día en que Federer regresará al torneo para recibir un merecido homenaje. Sin embargo, Willis no ha pedido un boleto para la pista central, sino que ha solicitado acceso a las instalaciones mediante un "ground pass". Este tipo de entrada permite el acceso a todas las pistas secundarias del torneo, aunque no otorga acceso a la Pista 1 o a la pista central.
La solicitud de Willis ha despertado el interés y el apoyo de muchos aficionados al tenis, quienes han compartido su admiración por el coraje y la determinación que demostró en su histórica participación en 2016. El deseo de presenciar el regreso de Federer y revivir la emoción del torneo es comprensible para alguien que ha experimentado el esplendor de Wimbledon en primera persona.
Mientras los aficionados y seguidores de Willis esperan ansiosamente una respuesta, su historia continúa siendo un recordatorio inspirador de que los sueños pueden hacerse realidad y de que el espíritu deportivo y la pasión por el tenis pueden trascender las barreras y las expectativas.
Wimbledon, conocido por su legado y su encanto, se convierte así en el escenario donde se entrelazan las historias de los grandes campeones y los valientes aspirantes como Marcus Willis, recordándonos que en el mundo del tenis, como en la vida, nunca se sabe cuándo puede llegar una oportunidad extraordinaria.