Carlos Alcaraz lo ha vuelto a hacer, se ha colado en tercera ronda y está demostrando que su capacidad en sobre hierba está en aumento. Después de que en Queen’s recuperara sensaciones y se sintiera preparado, ahora está demostrando más con hechos que con palabras lo que dijo. Quiere ir a por todas en Wimbledon y las lesiones parecen haber quedado atrás. Eso sí, se nota que es un terreno en el que le cuesta un poco más, pero no por ello se deja pisotear, ni siquiera por las altas temperaturas que asfixiaban en la pista. Ante el francés Alexandre Muller no brilló como otras veces. Es más, sudó de lo lindo. Pero logró una trabajada victoria por 6-4, 7-6 (2) y 6-3 y ahora pasa a la siguiente ronda en la Catedral del Tenis.
Se le ha notado mucho mejor que el año anterior, aunque en esta ocasión no haya pasado como un rodillo por encima de su contrincante, algo que el tenista murciano acostumbra a hacer… En esta ocasión venció con oficio, pero sirve igual y sabe mejor. Con mucha tranquilidad saltó a la pista y tenía ante sí a un Muller que sorprendía en su juego y que no estaba dispuesto a poner las cosas nada sencillas al número 1. Lo cierto es que se le vio cómodo al francés, 84 en el ranking ATP.
A diferencia de Alcaraz, la preparación de Alexandre Muller ha sido nula para el torneo, estuvo jugando en tierra hace dos semanas. Pese a ello, en los primeros juegos incluso amenazó con hacer ceder al murciano, que tuvo que esmerarse para salvar dos pelotas de rotura en su segundo turno de saque. Eso puso en alerta a un Carlos Alcaraz que fue aumentando su ritmo y se fue creciendo poco a poco. A mejorar, concretar los puntos de rotura, se acusaba ahí un problema en este partido (2 de 14) es lo que explica el resultado final. Muller, en cambio, solo cedió el primer parcial después de salvar dos puntos de set. Se llevó el segundo hasta el desempate, momento en el que el tenista murciano aumentó su agresividad para sobreponerse y empequeñecer al francés.
Tuvo que cambiar su forma de actuar, pues no le estaba viniendo bien. Entonces, Carlos Alcaraz tomo una buena decisión: buscar más la media pista. Así selló el parcial gracias a un bote pronto providencial. Dos sets iba abajo Muller, aunque eso no significó nada para él, seguía guerreando sin pensar que ante sí tenía al número 1 del mundo. A penas daba un respiro a Carlos Alcaraz que pudo ganar, pero no de la manera en la que habría querido.
El partido fue muy irregular y el cansancio acumulado en esta ronda puede interferir en el rendimiento de las siguientes, pero lo importante es haber superado una prueba más. El desgaste, además, no fue excesivo. El sábado volverá a competir en tercera ronda ante el vencedor del partido que enfrentarán el chileno Nicolás Jarry y el australiano Jason Kubler. Pasos firmes para Carlos Alcaraz en Wimbledon.