Cambia Rusia por Australia por ser lesbiana y ya gana en la WTA

El mundo del tenis femenino ha vivido estas semanas un gran cambio con una de las mejores jugadoras del mundo, Daria Kasatkina, la número 12 de la WTA, quien decidió dar por completo un cambio a su vida. Dejar atrás Rusia para empezar a jugar bajo bandera australiana. Al estilo de lo que hizo Álex De Miñaur, quien podría jugar bajo bandera española, aunque por unos motivos muy pero que muy diferentes. Y por ahora parece que la novedad le ha sentado bien a la jugadora de 27 años.

Kasatkina ganó este miércoles en el WTA 500 de Charleston su primer partido desde que se nacionalizara australiana, pese a haber nacido en Rusia, por la represión hacia la comunidad LGTB que existe en su país natal. Todo lo hizo con una idea clara, la de poder vivir su vida sin miedo y sin tener que esconderse. Parece que quitarse el lastre mental le vino bien a Kasatkina, número doce del ránking mundial, pues le ganó con autoridad, con un doble 6-1 a la estadounidense Lauren Davis para avanzar a los octavos de final, en los que se medirá a otra norteamericana, Sophia Kenin.

Ser ella misma, el gran cambio

Kasatkina, que reside en Dubai, anunció recientemente su cambio de nacionalidad de rusa a australiana y consideró que no le quedaban "muchas otras opciones". "Estoy muy contenta de comenzar este nuevo capítulo en mi vida. Con todo lo que está pasando en mi anterior país, no me quedaban muchas otras opciones. Para mí, siendo abiertamente homosexual, si quiero ser yo misma, tengo que dar este paso".

Además, al igual que el resto de deportistas rusos, Kasatkina en los últimos dos años había competido bajo bandera neutral debido a las limitaciones impuestas a los tenistas rusos tras la invasión de Ucrania, por lo que ahora empezará a lucir una bandera, que será la australiana, un tenis en auge, pero sobre todo un país abierto y que le va a permitir ser ella misma y poder vivir con las garantías necesarias de que no le va a pasar nada por ser ella misma.

Y es que además de por su sexualidad, Kasatkina nunca se ha callado nada, y ha criticado la guerra contra Ucrania hasta el punto de que un político ruso pidió que se le incluyera en la lista de espías por su relación con la cantante rusa Zemfira, que huyó del país en 2022 y a la que se considera una "agente extranjera" por ello.