Julen Lopetegui y Cristian Toro, entrenadores del
Sevilla FC y del Sevilla FC Femenino, han sido protagonistas en los medios oficiales del club nervionense en una doble entrevista en la que ambos técnicos han compartido sus visiones sobre el club, sus respectivos proyectos, el crecimiento del fútbol femenino además de sus gustos personales fuera del fútbol.
"Cuando llegué aquí me tocó venir en una situación complicada y a la semana jugamos un
Sevilla-Betis. No había vivido esa sensación de pasión, sentimiento y rivalidad y es como volver a mi tierra, con esa cultura del club de competir siempre", ha recordado
Cristian Toro sobre su primera impresión nada más llegar al banquillo del femenino.
Algo que
Lopetegui también ha podido comprobar de primera mano: "Todo está en los que dirigen el club, en los entrenadores, en los futbolistas... es importante que todos los que llegamos aquí sintamos eso y también lo podamos transmitir, con esa idiosincrasia y exigencia que tiene el club".
Sobre
el crecimiento del fútbol femenino y el
saber crecer desde la derrota, Toro ha comentado: "Uno de los momentos más importantes para el crecimiento de un equipo es la gestión de las derrotas. Ser capaz de convivir con esa situación al día siguiente, con la idea de seguir creyendo en todo lo que has hecho y sabiendo que siempre hay que mejorar. Son momentos en los que vienen mal dadas cuando se pueden consolidar cosas y crecer".
"Por la ilusión, por la calidad y por el compromiso adquirido por los clubes, creo que es imparable y nada tiene que ver lo del año 94 con la realidad que es hoy... mi hija pequeña jugaba al fútbol magníficamente bien, de hecho, pero finalmente no se dio", explicaba Lopetegui, a lo que Toro replicó: "Hace 10 años te venían a visitar los buenos amigos y la familia, mientras que ahora se llenan estadios. Se han roto muchas barreras de todo tipo".
En cuanto a
vivir en Sevilla, la ciudad y su gente, ambos técnicos coinciden. "Conozco Sevilla, pero la he disfrutado poco sin Semana Santa y Feria, por ejemplo, dentro del poco tiempo libre hemos ido a ver a la Virgen del Rocío y cofradías que no han podido salir. El arte que existe aquí también es difícil de equilibrar y que mi familia esté feliz es definitivo para mi profesión", ha admitido
Lopetegui. "La ciudad es preciosa y cada vez que el clima acompaña apetece dar un paseo, ir a restaurantes, visitar lugares y sobre todo convivir con la gente y con la alegría que se vive", añadió Toro.
También tuvieron tiempo para departir
sobre sus gustos culinarios. "La curación de la carne es un arte, ya que si le das 20 días de curación no es lo mismo que si le das 45 días", explicaba Julen sobre una buena parrilla, algo que Toro, como argentino, conoce muy bien: "El domingo a mediodía pensar en un asado era pensar en familia, en una reunión. Es lo que genera alrededor, como el mate, que quizás no era al principio una bebida rica, pero significa compartir".
Sobre la
música, Toro aprovechó para dar un capotazo y barrer para casa: "Mi hermano es músico y está peleando como en la vida del artista muchas cosas. Mi familia siempre fue motivo de admiración y acompañamiento y siempre lo apoyo. Él es Toro Electriko". Lopetegui, por su parte, se lo llevó a la importancia de la
música dentro de un vestuario: "Fíjate cómo ha cambiado el mundo del fútbol. Yo dejé de jugar en 2002 y si alguien ponía música en un vestuario era poco menos que un sacrilegio, se confundía la concentración con eso y al final la música sirve para que todo el mundo tenga su momento de retiro antes de un partido".