Messi, Morata, Alexis Sánchez, Hernani, Timor, Cabella y Mikel Merino tienen algo en común y quizás no lo sepan. Todos ellos han estado a punto de cantar o celebrar un gol cuando ha aparecido
Jules Koundé sobre la línea de gol para evitarlo y dejarlos a todos con la miel en los labios. El centrocampista realista ha sido
la última víctima del central francés del Sevilla FC que ayer volvía a salvar despejando de cabeza bajo palos el empate a tres del conjunto donostiarra.
A buen seguro que la afición del
Atlético de Madrid recuerda cómo
Koundé salvaba bajo palos el remate de
Morata aguantando el balón entre sus rodillas, o la del Barça cuando el galo sacaba desde la misma escuadra una magistral falta lanzada por
Leo Messi. También el año pasado evitaba el gol de
Hernani cuando este ya había regateado a Vaclik y lo tenía todo de cara para marcar a placer.
Pero sin duda, la salvada más importante de todas la protagonizó en
Colonia en la final de la Europa League ante el Inter de Milán. El
Sevilla ganaba 3-2 y el partido entraba en los últimos diez minutos de juego. En una jugaba embarullada dentro del área de Bono,
Alexis Sánchez metía la puntera para empujar el balón al fondo de la portería sevillista pero sobre la línea de gol emergía
Koundé, estirando su pierna derecha hasta lo imposible para tocar el esférico y sacarlo cuando todos los jugadores del Inter ya cantaban gol. Sí, otra vez Koundé.
En total fueron cuatro los goles que salvó Koundé sobre la línea la pasada temporada, pero es que en este ya lleva tres. El galo volvía a calcar la acción ante el Levante para evitar el gol del Krasnodar cuando Cabella ya había driblado a Vaclik en el mano a mano, dejando al galo con la cara de tonto.
O como hiciera ante
Messi, pero esta vez por bajo, frente a la falta de
Timor en el Coliseum Alfonso Pérez cuando Bono ya miraba cómo el balón entraba en su arco. Ayer, cuando el Sevilla más lo necesitaba, Koundé volvía a aparecer
para evitar con su cabeza el gol de Mikel Merino que hubiera supuesto el empate a tres.
¿Koundé Otra vez? Sí, otra vez.