Dos buenos amigos se verán mañana las caras en
Sevilla. El que fuera mano derecha de
Monchi antes de marcharse a la Roma,
Miguel Ángel Gómez, regresa a casa por un día junto a un
Valladolid necesitado de puntos y que ya sacó uno del Sánchez-Pizjuán en el tramo final de la pasada temporada.
El ahora director deportivo pucelano coincidirá con su homólogo en el Sevilla y, lógicamente, saldrán a relucir nombres. Entre ellos,
según aseguran desde Valladolid, estaría el de
Carlos Fernández. El equipo castellano está mirando delanteros, pues los que ahora posee no han tenido la puntería afinada en este arranque: el principal fichaje para esa demarcación, el israelí Weissman, no rompió su sequía hasta la pasada semana y Sergi Guardiola sólo lleva un tanto en los diez partidos disputados.
Sólo el joven brasileño Marcos André ha arrancado bien la temporada. De ahí que la secretaría técnica pucelana esté pensando en hacer movimientos en una zona clave para un equipo que siempre va con lo justo y necesita goles 'a precio de costo' para salvar otra campaña.
Y ahí entra un Carlos Fernández cuya
participación en el Sevilla en este arranque de temporada no pasa de los 200 minutos repartidos en 7 partidos y que aún tendría opción a una cesión tras haber estado ya a préstamo en el Depor y el Granada. El Valladolid tiene en su contra que Lopetegui suele darle más minutos a los ahora suplentes en esta fase del campeonato y no quiere que se repita lo que ya le pasara el año anterior con Dabbur y Chicharito. No quiere desmantelar su delantera en un año tan cargado. A su favor, los pucelanos tienen el malestar del jugador por contar con tan pocos minutos.
El de Carlos Fernández no es el único nombre que vinculan al Valladolid y del que podrían hablar mañana, pero sí el más llamativo y viable. El de Castilleja de Guzmán necesita minutos y el Sevilla, que los tenga. Este verano pedían 15 millones por él y mientras no juegue, se devalúa.