El Covid-19 ha traído consigo la paralización del mundo del fútbol y el confinamiento de las plantillas y cuerpos técnicos. Un periodo de encierro en el que, ante la dificultad para que el balón ruede sobre el césped, las direcciones deportivas han ido aprovechando para
adelantar en la planificación de la próxima temporada. Entre ellas, lógicamente, la de
Monchi y el Sevilla FC, donde
están elaborando las 'short lists' para los distintos puestos a reforzar, a la vez que analizando
las posibles salidas que puedan producirse.
Entre las más sonadas, posiblemente, estaría la del central brasileño
Diego Carlos, quien arribó el pasado verano procedente del Nantes a cambio de
15 millones de euros y podría hacer las maletas en unos meses a cambio de una cantidad
por encima de los 50.
La inestabilidad a la que ha sometido el coronavirus a los mercados invita a pensar que difícilmente puedan alcanzarse los
75 millones de euros que marcan
la cláusula de rescisión del brasileño, aunque el Sevilla FC, por otro lado, tampoco vería con malos ojos dejarlo salir por algo menos en una operación tan inteligente (otra de Monchi) como, posiblemente, necesaria para equilibrar las cuentas. Y es que
raro será el equipo que no tenga que hacerlo el próximo verano, como consecuencia de la situación actual.
Liverpool, Barcelona, Nápoles, Real Madrid, Atlético Madrid y algunos clubes de
Alemania son los principales postores con los que se ha relacionado en las últimas semanas al fornido central sevillista, de 27 años, por lo que todo invita a pensar que difícilmente Monchi encontrará problemas a la hora de encontrarle una salida rentable en los próximos meses, a pesar de la deflación en la que se encuentra inmerso el incipiente mercado de fichajes que tímidamente ha comenzado a andar.
Pese a ello, todavía es demasiado pronto. De ahí que el Sevilla FC ni sus agentes dispongan a día de hoy de
ningún tipo de oferta formal por el zaguero, tal y como ha podido confirmar
ESTADIO Deportivo. Que no la tengan aún, sin embargo,
no significa que no la esperen; especialmente de un club como el Liverpool, donde
Klopp ha colocado a Diego Carlos como un objetivo prioritario. ¿Qué significa eso? Pues que los 'reds' tendrán más dinero para invertir en el brasileño y, además, ofrecerán unas
garantías de pago mucho más interesantes que otros de sus pretendientes.
Véase, por ejemplo,
un Barcelona bastante limitado en lo económico que quiere hacer valer su relación con el agente del jugador -es el mismo que llevó a Neymar a Barcelona- para introducirlo en una operación en la que también entre en juego el internacional croata
Ivan Rakitic, quien
ya ha manifestado que no quiere ser moneda de cambio.
Su condición de extranjero, por otro lado, le cierra las puertas de un Real Madrid que ya tiene 'overbooking' con Vinicius, Reinier, Rodrygo y Militao, a la vez que Zidane le da prioridad al joven zaguero francés
Dayot Upamecano, de 21 años y en las filas del Leipzig. Algo similar ocurre con el Atlético, donde
Simeone también maneja otras alternativas más económicas, como
Salisu (Valladolid), también pretendido por el Sevilla FC.
Desde Italia, además, aseguran a la redacción de este diario que
el Nápoles se encuentra en una complicada situación económica que Di Laurentiis intenta tapar como puede, por lo que se antoja prácticamente imposible que en la próxima ventana de transferencias pueda llegar a las cantidades que se manejan por Diego Carlos, por su condición de central. Entre las prioridades del conjunto partenopeo, en cambio, se encuentran la de reforzar su vanguardia, poniendo ahí toda la carne en el asador.
Cotizado... y ofrecidoHa podido confirmar
ESTADIO Deportivo, además, que Diego Carlos no sólo se trata de una pieza muy cotizada en el mercado. Sino que
sus agentes y diferentes intermediarios, además, están ayudando a ello.
Ofrecido a los grandes clubes de Europa, se han encontrado con
la negativa, por ejemplo, de un Chelsea que lo tiene en consideración pero que hoy por hoy está encaminado hacia otro 'target' para su defensa. Las propuestas formales, eso sí, no tardarán en llegar a un Monchi que ya
da forma a su próximo gran negocio: Diego Carlos.