Este verano, quizá, sí sea el que los sevillistas vuelvan a ver al canterano
Luis Alberto vistiendo de blanquirrojo. Aunque no resultará sencillo, de ahí que aún sea demasiado pronto para poder asegurar que ello va a producirse. Hoy por hoy, al menos,
no resulta imposible, como sí lo fue el pasado verano, cuando el Sevilla FC también se acercó interesándose por la situación del vallense, que no ha dejado de repetir desde que se fue (algunas veces de una manera más clara que en otras) que
su deseo es volver al Sánchez-Pizjuán para triunfar, algo que se le antojó imposible en su anterior etapa.
Entonces, cuando gozó únicamente de nueve partidos desde que debutara de manera casi testimonial en la 10/11 y apenas tuviera oportunidades en la 11/12, cuando, aún formando parte del Sevilla Atlético, sólo participó en cinco encuentros de LaLiga. Tras ello,
cesión al filial del Barça y
una jugosa venta (en aquel momento) al Liverpool que, viendo la posterior carrera del mediocentro ofensivo, hoy suena a calderilla, habiendo pasado por
Málaga y Deportivo en préstamo hasta llegar a convertirse en el futbolista que es hoy día en la
Lazio, donde su última campaña, eso sí, no ha sido la más destacada.
Internacional absoluto con la España de Lopetegui, quien también confió en él para la sub 19 y la sub 21, hoy por hoy se dan todos los condicionantes para que su retorno a casa se materialice en forma de traspaso, algo que la Lazio no está por la labor de facilitar bajo ningún concepto, tal y como ha podido confirmar
ESTADIO Deportivo.
La solución, lógicamente, es dinero. Abonar una elevada cantidad económica que rebaje todas las reticencias del conjunto romano, que espera que el Sevilla FC mueva ficha cuanto antes para postularse. Al carecer de cláusula de rescisión como tal, en Italia tasan al futbolista
entre 30 y 40 millones de euros en base a su cotización actual en el mercado (
Transfermarkt, web especializada en ello, refleja un valor en
28 millones de euros), unas cifras que Monchi no está dispuesto a alcanzar bajo ningún concepto (en Italia, al respecto, se habla de
un posible trueque con el Mudo Vázquez, que sirva para abaratar la operación).
Tal y como ha podido confirmar la redacción de este diario, de hecho, ahí es donde radica el problema, pues
la entidad lazial se niega a poner un precio oficial a su futbolista, esperando a
que llegue una propuesta en firme por parte del Sevilla FC (o de cualquier otro equipo) y, a partir de ahí,
empezar a negociar al alza. Una postura beligerante que no facilita nada los contactos, por lo que todo está en este momento en manos de los clubes, prefiriendo mantenerse el futbolista al margen, al considerar que por ahora sería demasiado precipitado entrar en escena, algo que, con el mercado más avanzado y las posturas más próximas, no es descartable que se produzca, ya que hoy por hoy podría acarrearle algún tipo de sanción, también, por parte de la Lazio.
Mientras tanto, Luis Alberto disfruta de sus vacaciones junto a su familia, a la vez que se prepara por su cuenta.
Sabe que puede ser un verano movido, diferente, y que quizá no goce de una pretemporada al uso desde el principio. Por ello, desea mantenerse en forma mientras tanto, a la espera de que el balón comience a rodar... a ser posible en Nervión.