Cuando alguien quiere resaltar que lo de
Monchi no fueron todo aciertos, suele sacar a la palestra los nombres de
Aquivaldo Mosquera, Raul Rusescu, Babá Diawara o Miroslav Stevanovic. Y, obviamente, fueran mejores o peores los informes que había sobre ellos en la secretaría técnica, se trata de un peso importante en la balanza de los errores del de San Fernando y que, pese a ello, son
muchísimo menos que los aciertos.
Que ninguno de los cuatro iba a triunfar en Nervión era algo que pocos dudaban casi desde que tocaron el primer balón, pese al esfuerzo del entonces agresivo entorno del club por tratar de convencer a la afición de que la culpa era de algunos periodistas, que no querían que lo hiciesen.
Juande Ramos lo vio claro desde el principio con el colombiano, a quien sacó del campo tras 45 minutos lamentables en el Bernabéu;
Manolo Jiménez, como hombre de club, trató de meterlo en el equipo lo máximo posible, aunque como lateral derecho, para que el daño fuese menor; y
Míchel no tuvo más que tragar con el delantero senegalés y el centrocampista bosnio (¿extremo o interior?), dado que su plantilla era muy corta y que estaba obligado a dejar a siete en el banquillo en cada partido.
Tras salir de Nervión, ningunó sobresalió, claro, aunque hay uno de ellos que acaba de recoger un galardón: Stevanovic. Y se puede decir, por tanto, y poniéndole comillas, que el bosnio ha roto. Fue declarado
'Mejor jugador del Mes' en la Challenge League, esto es, en la Segunda suiza, y acumula
siete tantos y 10 asistencias en 26 partidos.
Al Servette se lo llevó
Meho Kodro porque su hermano,
Mela, es quien lo representa. Al Sevilla llegó en 2013. Según Del Nido,
"por una pringá". Unos 850.000 euros. "
Stevanovic es un jugador con presente y mucho futuro. Por su versatilidad, aportará distintas posibilidades en el terreno de juego. A nivel individual maneja bien las dos piernas, aunque es diestro, tiene salida para ambos lados, recorrido, llegada, y puede jugar por la banda derecha, pero también en cualquier puesto de las tres medias puntas, por delante mediocentro más defensivo e incluso en las alas", comentó Monchi durante su presentación.
El Sevilla terminó dando la carta de libertad al bosnio tras un par de infructuosas cesiones, a
Elche y Alavés, y antes de recalar en Suiza pasó por
Hungría (ETO FC Györ), Grecia (Ergotelis) y Bosnia (Zeljeznicar).