Avanzó este diario el pasado 10 de noviembre que el argentino Éver Banega tiene poco interés en cambiar de aires, estando plenamente feliz tanto él como su familia en
Sevilla. De ahí que comunicara a todos los interesados que llamaban a su puerta que sólo escuchaba ofertas que llegaran a lo irrechazable,
y eso lo tasó en unos siete millones de euros netos por temporada (de un equipo de primer nivel; nada de ofertas exótica o de ligas menores).
Y lo imposible,
como ESTADIO Deportivo ha podido confirmar, ha llegado en forma de siete kilos limpios por curso, a razón de tres años más otro opcional.
Justo lo que Éver solicitaba, y lo que está dispuesto a darle el
Arsenal de
Unai Emery, que ya lo tuvo en
Nervión y cuyo deseo es poder contar con el argentino, aunque sería a partir del próximo curso, ya que el propio entrenador vasco confirmó que no pueden pagar traspaso ahora. Su nuevo representante, de hecho, ya estuvo semanas atrás en Londres negociando con los '
Gunners', que el pasado verano ya intentaron hacerse con sus servicios.
Banega, lógicamente, se piensa una oferta que, por inesperada, le ha cogido por sorpresa, aunque a priori no tiene intención de abandonar Nervión en enero. El centrocampista está muy involucrado con el equipo y abandonarlo a mitad de temporada, entiende, no es de recibo.
Amén de las dudas que le presenta la ciudad de Londres, y su clima, tanto a él como a su esposa, por la que ya forzó su regreso a Nervión sólo una temporada después de haberse marchado al
Inter de Milan. Una vuelta a 'casa' en la que el argentino (que costó a las arcas del club 7,7 millones de euros) se rebajó notablemente su sueldo en
Italia, lo que trajo consigo una cláusula de rescisión acorde a su ficha; es decir, 20 millones de euros.
Un as en la manga con el que negociar una futura mejora de contrato en base a su rendimiento, como así está siendo.
El internacional argentino, a las órdenes de Machín (ocho goles y cinco asistencias en 29 partidos) no sólo es faro sevillista, sino que también actúa como pivote y es pieza clave en la recuperación.
La verdadera piedra angular del Sevilla, que sufre en exceso cuando él no está.
Con contrato hasta
2020, quiere un año más y mejorar su ficha.
Caparrós se decanta más por lo primero que por lo segundo y Emery, mientras, aprieta con su chequera.
Banega, por su parte, se lo piensa y lo sigue dando todo sobre el campo. Ya anunciará su decisión en junio, como hizo cuando se marchó al
Inter.