Nadie que le conociese tenía dudas de que a
Miguel Ángel Gómez le iba a ir bien fuera del Sevilla FC, pero era complicado adivinar que en pocos meses, además de subirlo a Primera, iba a tener al
Real Valladolid en los puestos altos de la clasificación.
Sobre todo porque el Pucela tiene, de largo,
el presupuesto más bajo de Primera. Al acudir al mercado y darse de bruces con la realidad (no podía luchar por jugadores ni con el Huesca o el Leganés), la otrora mano derecha -o izquierda, según se mire- de Monchi cambió de estrategia a tiempo y le salió de maravilla.
Masip, Calero, Alcaraz, Toni Villa y Ünal (cedido gratis, con opción a compra) forman el esqueleto de un equipo que, por su rigidez defensiva, promete dar guerra en Nervión, aunque el cuadro de Machín deberá tener cuidado también con las subidas de
Nacho o las apariciones desde la segunda línea de
Leo Suárez.
No eran pocos los que pensaban que
Gómez debía ser el sustituto de su "amigo" Monchi, si bien el otrora psicólogo del club explica, en
El Norte de Castilla, por qué decidió cambiar de aires. "Con la salida de Monchi
me quedé un poquito descolocado, también a nivel psicológico, y
necesitaba algo que me volviera a incentivar, necesitaba un proyecto como el del Valladolid. (Monchi) No era mi jefe, era mi amigo, y juntos vivimos lo peor y lo mejor que se puede vivir en un club. Limpiamos la deuda entera y
devolvimos al Sevilla al lugar que merecía", recueda.
Obviamente, para él siempre "es bonito volver a casa". "Ya lo hice para jugar ante el Sevilla Atlético, pero esta vez está claro que es más especial.
Pero no porque esté pensando en regresar en un futuro. Ahora estoy en Valladolid, donde se me recibió muy bien y estoy a gusto, y no pienso en otro lugar", afirma el director deportivo del club blanquivioleta.
Sor el partido de este domingo, avisa: "
Que nadie tenga ninguna duda de que mi pronostico para el domingo es un 2 bien grande".