Cerrado el mercado de fichajes hasta el próximo mes de enero, varios son los asuntos que tendrá que afrontar ahora
Joaquín Caparrós y su dirección deportiva, siendo la renovación de varios jugadores de la primera plantilla sevillista una de la prioridades.
Y entre ellos, el argentino
Éver Banega, quien a sus 30 años ha encontrado en Nervión la estabilidad y el protagonismo que requería un futbolista de su valía, afrontando su tercera temporada como sevillista, repartida en dos etapas después de que en la 16/17 decidiera poner tierra de por medio y emigrar al
Calcio defendiendo la elástica del
Inter de Milan seducido por un suculento contrato que, sin embargo, no fue suficiente para acabar retornando a ‘casa’ al verano siguiente, a cambio de
7,7 millones de euros y rebajándose notablemente su sueldo. Una ficha por debajo de su caché que, lógicamente, trajo consigo una cláusula de rescisión más asequible:
20 millones de euros (25 durante los últimos diez días de cada mercado).
Es decir, un auténtico caramelito que el pasado verano sedujo, entre otros, al Arsenal de Unai Emery, como el propio padre del futbolista,
Daniel Banega,
reconoce a ESTADIO Deportivo. "El pasado verano, durante el Mundial, surgió lo del
Arsenal y él no se quiso ir. Él está muy contento allí, está tranquilo, junto a su familia", explica el progenitor del 'cerebro' sevillista, quien, aunque reconoce que no está a la última de la renovación de su hijo por el
Sevilla, difícilmente lo ve lejos de Nervión, al menos hasta 2020, cuando acaba su contrato: "Es difícil adaptarse a otras ligas.
Éver está cómodo en Sevilla y prefirió quedarse;
Sevilla es su casa".
Emery, fuego amigoAvisa
Daniel Banega, eso sí, de que
Unai Emery "lo quiere mucho" tanto como jugador como persona y que eso, en un futuro, podría resultar clave si el
Sevilla y el futbolista no llegan a un entendimiento en lo que a la renovación se refiere (el argentino solicita una mejora de sueldo y un año más de contrato; en el club ven con mejores ojos la ampliación del contrato que la subida de sueldo). "Se lo quería llevar y lo sigue queriendo.
Éver me dijo que nadie habló con él directamente, pues ya no lo representa Marcelo (Simonian). Ahora lo maneja él todo, escucha a unos y a otros; le contactaron empresarios, pero prefirió quedarse", concluyó el padre de
Banega.