Alvaro Arenillas5 min lecturaNo vamos a explicar ahora qué tipo de acontecimiento es la Super Bowl de la NFL. Pese a ser un deporte que no se practica a nivel élite en demasiados países del mundo, el fútbol americano es el deporte rey en Estados Unidos y ha roto cualquier tipo de fronteras a la hora de tener seguidores y espectadores; tanto es así que su gran final, la cual disputan en esta ocasión Kansas City Chiefs y San Francisco 49ers, se ha convertido en un evento global con millones y millones de personas expectantes a lo largo y ancho del planeta; y sí, dentro de la nación norteamericana también se desata la locura.
Hablando justo de eso, de lo que supone dentro de USA este partido que en esta ocasión tendrá lugar el 11 de febrero desde el Allegiant Stadium de Las Vegas (capacidad de 65.000 espectadores), tenemos que nos encontramos ante la final más cara de la historia. Así es, la que será la edición LVIII de la Super Bowl ha alcanzado unos precios de locura desde el primer momento; tanto es así que en estos momentos estamos hablando de que las entradas se cotizan entre 9.800 y 12.121 dólares, un coste nunca alcanzado desde que este acontecimiento comenzó a celebrarse en 1967. Más claro: se está duplicando el precio de la pasada Super Bowl entre Philadelphia Eagles y Chiefs, cuando se podía acudir al encuentro por 5.678 dólares.
En las diferentes webs que ofrecen entradas de reventa los precios oscilan un poco, pero es imposible encontrar un coste medianamente razonable. Y hablamos de lo más barato, ya que si nos vamos a la categoría premium de zona club que incluye pase VIP, estos tickets se ofertan en 44.000 dólares.
El salto de coste a nivel histórico es espectacular desde la primera edición de la Super Bowl. En la inaugural, cuando los Green Bay Packers superaron 35-10 a los Kansas City Chiefs el 15 de enero de 1967 en el Memorial Coliseum de Los Angeles, California, la entrada promedio fue de 12 dólares, 112 dólares ajustado a la inflación actual. Una década después, en la Super Bowl XI, en la que Oakland Raiders venció 32-14 a Minnesota Vikings, en el Rose Bowl de Pasadena, California, el boleto costó 20 dólares, 105 de hoy.
Para el Super Bowl XXI, del 25 de enero de 1987, en la victoria de los New York Giants 39-20 sobre los Denver Broncos, que también se realizó en el Rose Bowl, se pagaron 75 dólares por entrada; 210 con el ajuste inflacionario. Cuando los Green Bay Packers derrotaron 35-21 a los New England Patriots en la Super Bowl XXXI de 1997, en el Superdome de Luisiana, New Orleans, el billete costó 275 dólares; 530 dólares actuales.
Aunque ya a finales de los 90 era caro acudir a la final de la NFL, nada es comparable con la manera en la que se ha encarecido en el siglo XXI. La Super Bowl XLIII del 2009, que Pittsburgh Steelers le ganó 27-23 a Arizona Cardinals, fue la primera en la que la entrada promedio alcanzó los 1.000 dólares, 1.453 de hoy. Antes de este año el récord en el costo de los boletos en el mercado regular pertenecía al Super Bowl LIV efectuado en el 2020, en el que los Kansas City Chiefs se impusieron 31-20 a los San Francisco 49ers, un duelo que tuvo lugar en el Hard Rock Stadium de Miami, Florida. El precio promedio por ingreso fue de 6.327 dólares. Actualmente el promedio alcanza los 10.000 dólares... ¿Hasta dónde llegaremos?