Antonio José Medina4 min lecturaMikel Landa fue el peor parado en la contrarreloj inicial de Lisboa entre los grandes favoritos a ganar la Vuelta a España 2024. El ciclista alavés acabó a más de un minuto (1.05) del primer líder, el norteamericano McNulty, y vio cómo la diferencia aumentaba en tres segundos con respecto al nuevo líder Wout van Aert, que se aupó al primer puesto tras la segunda etapa.
Ese mal resultado no ha mermado sus opciones, aunque sí le mete presión y le obliga a remontar. Landa ya intuía lo que podía ocurrir y, en una entrevista con Radio Marca justo antes del arranque de la prueba, admitía que, tras el Tour de Francia, apenas había podido centrarse en preparar una disciplina que no se le da bien tradicionalmente. "No ha habido tiempo -de preparar la contrarreloj-. Sí que le he dedicado alguna hora más, pero tampoco ha habido tiempo. Las cronos no sé si serán claves, pero seguro que pueden marcar alguna diferencia", admitía Landa justo antes de perder, en sólo doce kilómetros, un buen número de segundos con respecto a Roglic, Yates...
Para la siguiente queda mucho, ya que es en la última etapa de esta Vuelta 2024, y antes llegará un terreno en el que se siente más cómodo y en el que espera reeditar las buenas sensaciones que le auparon entre los cinco primeros en el pasado Tour de Francia. "El Tour ya se ha olvidado. Ya estamos en LaVuelta con otro chip y tenemos mucha ilusión por hacer un buen resultado", afirma un Landa que espera recuperar sensaciones con el paso de los días. "He visto cómo Vingegaard o Kelderman le han dado la vuelta al cuerpo en Polonia -tras pegar un bajón tras el Tour-, así que confío en vivir un poco el mismo proceso. Quizá yo no haya llegado a LaVuelta tan bien como estaba en el Tour, pero creo que con el paso de los días esa condición puede llegar", reconoce.
En este sentido, el ciclista de Murguía espera callar bocas de los que le señalan que sigue rindiendo más como gregario que cuando tiene la presión de liderar un equipo. "Me escuece, porque se olvidan resultados que he tenido en el pasado, cuando iba líder e hice cuarto en el Tour por segunda vez o cuando he hecho tercero en el Giro por segunda vez yendo de líder en un equipo", afirma Mikel Landa.
En esta ocasión, el ciclista español admite tener "un buen equipo" a su "disposición" y quiere "aprovecharlo". "A ver si las fuerzas acompañan y puedo hacerlo", añade Landa, quien siente en esta Vuelta una "presión buena". El alavés, en este sentido, sólo le preocupa en este arranque no perder demasiado tiempo y llegar bien a la parte final de la carrera, en el norte, donde llegará su momento "en las etapas de León y de Asturias junto con otros finales explosivos que tienen bonificaciones y que también serán importantes".
Su objetivo, "el podio" final. "Cuando hay muchas etapas por el norte tienes otra motivación porque son carreteras que conoces, el público y la familia te apoyan. Seguro que este año, durante el recorrido, me encontraré a muchos familiares y amigos", señala en Radio Marca el ciclista del T Rex-Quick Step, que se ha "vuelto a enganchar" a La Vuelta.