Esa disparidad de criterios despertó la voz crítica de alguna jugadora. "Me duele mucho, como futbolista profesional, que la federación no nos llame profesionales. Eso no tiene nada que ver con el dinero o la COVID-19. Toma las decisiones que hay que tomar, pero primero intenta todo y luego, si no es viable, hazlo con dignidad", se expresó la bética Merel van Dongen, subcampeona del mundo y campeona de Europa con la selección de los Países Bajos.
Lo cierto es que la legislación española solo reconoce como competiciones profesionales la Primera y Segunda divisiones masculinas de fútbol y la liga masculina de baloncesto. Todas ellas han apostado por la reanudación de la actualidad deportiva.
LaLiga Santander, según desveló el técnico mexicano del Leganés Javier Aguirre, ya tendría fecha para el regreso. "El 20 de junio arrancamos y en cinco semanas terminamos; oficialmente, el 26 de julio", dijo el 'Vasco' a Marca Claro.
La ACB, por su parte, trabaja en la organización de una fase final con los 12 mejores equipos, en una sede única.
Estas decisiones no tuvieron traslado al ámbito femenino, por su carácter no profesional. Seguirán jugando Leo Messi o Sergio Llull, pero no Jenni Hermoso o Marta Xargay. Su presente queda paralizado por la respuesta planteada por sus respectivas federaciones frente a la pandemia.
"Es vergonzoso", convino Priscila Borja. "Al menos la propuesta de reanudación, ¿no? Luego que decidan entre todos de forma democrática al menos... ¡Qué triste y cansada me siento después de tantos años luchando! Seguimos sin ser profesionales para nadie", lamentó la futbolista.
El diputado popular Javier Merino también planteó su queja. "Me parece muy grave que la Liga de Primera División del Fútbol Femenino Español sea suspendida por no considerarla liga profesional. Me parece terrible que la RFEF y el CSD tomen esta decisión de la noche a la mañana. El deporte femenino no necesita ser discriminado", dijo. Acompañó el tuit con una foto tomada junto a varias futbolistas el día de la firma de su convenio colectivo en el Congreso.
El criterio de resolución sí es el mismo en el balonmano. Aunque ASOBAL forma parte de la Asociación de Ligas Profesionales Españolas -junto a LaLiga, ACB y LNFS-, su competición es considerada no profesional. El Barcelona, en categoría masculina, y el Super Amara Bera Bera, en categoría femenina, fueron proclamados campeones por la Real Federación Española de Balonmano.
Un 'play off' en formato exprés dictará, en cambio, los campeones en el fútbol sala. Esta propuesta de la RFEF estará supeditada a la evolución de la pandemia y a las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y del Consejo Superior de Deportes.
No se disputará la fase final prevista en el waterpolo, de modo que el Zodiac CN Atlètic-Barceloneta y el CN Mataró son los campeones al liderar la clasificación hasta el parón.
La Federación Española de Rugby, por su parte, igualó sus criterios para la asignación de los títulos después de que la primera decisión de la Comisión Delegada contemplase escenarios distintos para las competiciones masculina y femenina. Finalmente, el Corteva Cocos verá reconocidos los méritos acumulados a lo largo del curso. Al igual que en la División de Honor masculina, donde se proclamó anticipadamente como campeón al VRAC Quesos Entrepinares pese a no haber completado la fase regular, en la competición femenina tampoco habrá ninguna eliminatoria por el título.
"Desgraciadamente, tras la primera decisión de la Comisión Delegada no faltaron acusaciones, tan injustas como gratuitas, que apuntaban a una presunta discriminación de género. Y lo mismo puede decirse de algunas informaciones claramente malintencionadas. Aunque la duda ofende, en la decisión de la Comisión Delegada nunca hubo el mínimo atisbo de discriminación por razón de género. La propia presidenta del Corteva Cocos y directiva de la FER, Mariola Rus, explicó en el ABC de Sevilla que no tiene que ver con igualdad de género sino con igualdad de criterio", se defendió la Federación Española de Rugby en un comunicado.
Ahora el desafío de todas estas competiciones no profesionales y de sus clubes es preparar el comienzo de la próxima temporada, probablemente en otro contexto deportivo, social y económico. Mientras tanto, la ACB y LaLiga -que cada una de las próximas cuatro temporadas aportará 50 millones de euros al fútbol femenino, al fútbol no profesional y a otras federaciones deportivas- tendrán la oportunidad de cerrar su curso sobre el parqué y el césped para tratar de minimizar sus pérdidas y revitalizar el juego.