París, 26 may (EFE).- Dos días después de verse obligado a remontar dos sets en su debut en Roland Garros contra el italiano Lorenzo Musetti, el griego Stefanos Tsitsipas demostró que no ha espantado los fantasmas y frente al checo Zdenek Kokar, procedente de la fase previa, sufrió para alcanzar la tercera ronda.
El heleno acabó imponiéndose por 6-3, 7-6(8), 6-7(3) y 7-6(7) en más de cuatro horas de un vibrante duelo, que el joven checo estuvo a punto de enviar a un quinto parcial.
El heleno, El finalista de la pasada edición, que llega con un buen balance sobre tierra batida, donde se apuntó el torneo de Montecarlo y alcanzó la final de Roma, no está demostrando un juego excelso sobre la arcilla parisiense.
Al término del encuentro lanzó la raqueta contra la pista en señal de rabia y de liberación por el sufrimiento concedido.
A sus 23 años, Tsitsipas buscará un puesto en octavos de final contra el sueco Mikael Ymer, verdugo del británico Daniel Evans por 6-3, 3-6, 6-2 y 6-3.