El mundo del fútbol, como la vida, da muchas vueltas. En una ciudad que vive el deporte rey con tanta pasión como Sevilla, no es muy habitual que se den casos de futbolistas que cambien durante su carrera de un lado de la ciudad a otro, o lo que es lo mismo, que pasen a jugar un año de rojiblanco para hacerlo al siguiente de verdiblanco.
Sin embargo, en el fútbol femenino a diferencia del masculino, esto ha sido una tónica dominante en la última década a raíz especialmente de la creación del Betis Féminas en el año 2011. Anteriormente, si una chica quería ser futbolista y llegar a jugar en Primera división, tenía que vestir los colores del Sevilla FC (esto fue a partir de 2004 cuando adquirió al CD Hispalis ya que este último, era el equipo dominante en la ciudad de Sevilla hasta ese momento) aunque su corazón fuera bético.
El descenso a Segunda división del Sevilla FC en la temporada 2013-2014 y la apuesta de futuro que realizó el Real Betis con María Pry al frente de la nave (fue entrenadora del Sevilla con el que logró el ascenso a la máxima categoría en la 2011-2012) hizo que muchas jugadoras decidieran pasar de Nervión a Heliópolis.
En la se muestran a las futbolistas que han jugado con ambas camisetas.