Koundé y el Sevilla, a la espera de un Chelsea cuya venta escondía truco

El nuevo propietario se encontró con una sorpresa inesperada justo antes de cerrar la compra de los 'Blues'

Koundé y el Sevilla, a la espera de un Chelsea cuya venta escondía truco
Todd Boehly, nuevo propietario de un Chelsea que sigue pretendiendo a Koundé. - Sandra Romero
Sandra RomeroSandra Romero 4 min lectura
Monchi, director deportivo del Sevilla FC, se encuentra a pleno rendimiento en su labor de planificar la plantilla blanquirroja para la próxima temporada. Habiendo salido ya Diego Carlos con destino al Aston Villa, en Nervión esperan otro movimiento importante antes del 30 de junio que sirva para acabar de cuadrar las cuentas antes de que se cierre el ejercicio. Una rampa de salida en la que se encuentran hombres como Lucas Ocampos, En-Nesyri y Jules Koundé, por los que se esperan ofertas importantes que reporten una posible plusvalía con la que, luego, empezar a reforzar el plantel.

Es decir, el pan nuestro de cada día en el Sánchez-Pizjuán y que en las dos últimas temporadas se había paralizado haciendo un esfuerzo económico importante en pos de intentar conseguir hacer algo en LaLiga o en Champions.

El francés Jules Koundé es, a priori, quien más papeletas tiene de abandonar el Sevilla FC, buscando los de Nervión una venta por encima de los 65 millones de euros. El Chelsea, que ya lo pretendió con fuerza, aunque sin llegar a las exigencias sevillistas, el pasado curso se antoja su destino. Sin embargo, la complicada situación del conjunto británico con motivo de la invasión rusa a Ucrania y la venta de su ya anterior propietario, Roman Abramovich, ha tenido paralizado los movimientos ‘Blues’ hasta hace muy poco. Sus nuevos propietarios, el consorcio liderado por Todd Boehly, ya tienen libertad de movimientos para hacer contrataciones, aunque la operación de compra ha escondido algún truco inesperado que complica un poco más su línea de trabajo en este inicio de mercado.

La financiación del Chelsea a través de empresas matrices de Abramovich se había vuelto cada vez más difícil de controlar desde un punto de vista fiscal. Además, cuando el Chelsea se convirtió en un activo ‘congelado’ no se pudo hacer cargo de parte de su pasivo; es decir, de su deuda. Estos impagos fueron comunicados a Boehly en el proceso final de la venta, lo que ha obligado a la nueva dirigencia ‘Blue’ a retener una previsión de futuros castigos financieros de cien millones de libras (unos 117’6 de euros) con motivo de la gestión del antiguo dueño del club.

Dicha circunstancia sólo pudo ser conocida por los nuevos propietarios unos días antes de concretar la venta por un valor superior a los 3.000 millones de euros. Una cuantía a la que, además, hay que sumarle otros 2.000 millones comprometidos para futuras inversiones.

Los auditores de la Premier y la UEFA están en alerta, por lo que en el Chelsea ahora van con pies de plomo analizándolo todo al dedillo antes de dar ningún paso en falso.

La primeras consecuencias de este movimiento han sido una reducción del dinero que se va a destinar a las víctimas del conflicto en Ucrania, como esta previsto. Unas ayudas que ahora se situarían en unos 2.700 millones de euros. A priori, los futuros movimientos del Chelsea en el mercado no deberían verse afectados, aunque sí es cierto que el conjunto inglés está viendo demorada su puesta en marcha a la hora de reconstruirse en el mercado.

Mientras tanto, el Sevilla FC y Koundé siguen a la espera de un Chelsea cuya venta escondía truco y que sigue manteniendo el interés en el central francés.