Ya son numerosos los casos de futbolistas, entrenadores o personas relacionadas con el fútbol que han apostado por plantar cara a lo alopecia y han pasado de lucir muchas entradas o claros en el pelo a presumir de cabello. Muchos han actuado y han recurrido a los injertos o implantes, de moda ya hace un tiempo, para hacer frente a la caída progresiva.
Una buena parte ha reconocido sin problemas que han sido intervenidos, mientras que otros lo han llevado en secreto o incluso lo han llegado a negar a pesar de que las evidencias apuntan a ello.
El último en apuntarse a esta tendencia, al menos que se sepa, ha sido Jordi Alba, que aprovechó las vacaciones para minimizar las entradas y darle más esplendor a su cabello.