Madrid, 14 ene (EFE).- La selección francesa arrancó el Mundial de Egipto con un rotundo golpe de autoridad, tras imponerse este jueves por 24-28 a Noruega, la máxima favorita al oro, en un encuentro en el que la formidable defensa francesa maniató por completo a la gran estrella noruega, el central Sander Sagosen, en la segunda mitad.
Tal y como demostraron los tan sólo tres tantos que Sagosen, considerado por muchos como el mejor jugador del mundo, firmó en los segundos treinta minutos de juego, tras cerrar el primer periodo, nada más y nada menos, que con siete goles.
Pero es que hoy el 6-0 francés, liderado en su eje central por Ludovic Fabregas y Luka Karabatic anuló por momentos por completo al ataque noruego en la segunda mitad, como atestiguan los siete minutos que Noruega tardó en firmar su primer gol en el segundo tiempo.
Y donde no llegaron las piernas y brazos de los defensores franceses siempre surgió al figura de un hoy imponente Wesley Pardin, que con sus dieciocho paradas, acabó por dinamitar las opciones de vitoria del conjunto nórdico.
Una clara victoria que sonó como un claro grito de reivindicación del conjunto francés, al que muchos, máxime tras el varapalo sufrido el pasado año en el Europeo, donde los galos no pudieron pasar ni tan siquiera de la primera ronda, ya habían dado casi por descartado antes del inicio del torneo.
Todo lo contrario que Noruega, que ve mermado, aunque sea ligeramente con esta derrota, el cartel de máximo favorito al oro con el que llegaba a Egipto.
Un torneo en el que no pudo entrar con mejor pie la "repescada" Suiza, que de la mano de un como siempre sobresaliente Andy Schmid, se impuso por 25-28 a Austria en el otro partido del grupo E.
Ni los apenas dos días que ha tenido para preparar el Mundial, tras conocerse el pasado martes que Suiza sustituiría a Estados Unidos, tras la retirada del torneo del conjunto norteamericano por los numeros casos de coronavirus detectados en la plantilla, impidieron Schmid conducir a su equipo a la victoria.
Si bien el veterano central que firmó 7 dianas, contó con la inestimable colaboración del lateral Lenny Rubin, que con cuatro goles consecutivos abrió a los diez minutos de la segunda mitad una brecha de cuatro goles (15-19) para los helvéticos, que Austria, mermada sin la presencia de su gran estrella, el lesionado Nikola Bilyk, no pudo ya remontar.
Mucho menos entonado estuvo el otro recién llegado a la competición, Macedonia del Norte, que a diferencia de Suiza no asimiló su repentina e inesperada llamada para sustituir a la República Checa, que al igual que Estados Unidos tuvo que renunciar al Mundial por el coronavirus.
Tal y como confirmó la clara derrota (32-20), que encajó este jueves ante Suecia, en un choque en el que los Lazarov y compañía tan sólo pudieron resistir treinta y cuatro minutos el ritmo de los escandinavos, entre los que destacó el extremo Hampus Wanne, que cerró el choque con ocho dianas
Una triunfo que confirmó a Suecia como el rival de Egipto, que se impuso el miércoles por 35-29 a Chile en el encuentro inaugural, en la lucha por la primera plaza del G.
Por su parte, Portugal confirmó las excelentes sensaciones que dejó en el pasado Europeo, tras imponerse este jueves por 25-23 a Islandia, en un choque en el que los lusos volvieron a mostrar el mismo vibrante juego que les permitió ocupar la sexta plaza en el torneo continental.
Liderado en ataque por los centrales Rui Silva y Miguel Martins, autor de seis dianas, así como por el lateral André Gomes, Portugal dio con su triunfo ante Islandia más argumentos a todos los que ven al conjunto luso como el gran tapado de la competición.
Muchos más apuros pasó en el otro encuentro del grupo F la selección de Argelia, que sufrió lo indecible, pese a su cartel de favorito, pata vence por 24-23 a un equipo de Marruecos, que pese a mandar en el marcador durante casi todo el encuentro no pudo resistir el empuje final de los argelinos.
Quien no tuvo ningún problema fue Eslovenia, semifinalista en el último Europeo, que arrancó su andadura en el Mundial de Egipto con una contundente goleada (51-29) sobre Corea del Sur.
La diferencia de calidad, kilos y centímetros existente entre el conjunto balcánico y el surcoreano, que afronta el Mundial con un jovencísimo equipo sin apenas experiencia internacional, convirtió el duelo en un mero entrenamiento para los de Ljubomir Vranjes.
De hecho, el único interés del encuentro residió en saber si Eslovenia lograría superar los 55 goles que Islandia endosó a Australia (55-15) en el Mundial de Portugal 2003.
Un récord que los eslovenos parecieron en disposición de poder superar con los trece goles (13-5) en los primeros trece minutos de juego, una media de un gol por minuto que finalmente los balcánicos no lograron mantener como reflejó el 51-29 final.
Donde sí hubo tensión y emoción fue en el duelo entre Bielorrusia y Rusia, los otros dos integrantes del grupo H, que empataron 32-32 tras un vibrante final de encuentro.
Unos instantes finales en los que emergió la figura del portero bielorruso Ivan Maroz que evitó el triunfo de Rusia tras detener en el último segundo un lanzamiento al extremo Daniil Shishkarev.
Javier Villanueva