Las lágrimas de una superestrella de la NBA al regresar a su nivel
Estadio Deportivo2 min lectura
Derrick Rose lo tenía todo para ser el heredero de Michael Jordan en los Chicago Bulls. El base llegó a la mejor liga del mundo con unas cualidades que pronto le convirtieron en una de las referencias del momento. Sin embargo, las lesiones frustraron la trayectoria de un jugador que estaba llamado a marcar una época. Hasta 2012, Rose había disputado 90 por ciento de los partidos de los Bulls, pero entonces una rotura del cruzado anterior de la rodilla izquierda comenzó un calvario de lesiones que incluso hizo que pensara en la retirada.
Desde entonces ha tenido problemas principalmente en los tobillos y en los meniscos de las dos rodillas, que le han obligado a pasar por el quirófano.
Por eso cuando ayer completó un partido en el que sumó 50 puntos con los Timberwolves el base explotó en un llanto que hizo que el público y sus compañeros se volcaran con él.