Durante muchos años, Marc Márquez ha demostrado ser un piloto espectacular, sin embargo, esta última temporada su nivel ha bajado de manera tan drástica que ha dejado sorprendido a todo el ‘mundillo’ de Moto GP.
Tras nueve citas disputadas del calendario, el piloto no ha conseguido puntuar en ninguna de las carreras largas, algo completamente sorprendente para un deportista que cuenta con ocho títulos mundiales, 85 victorias, 139 podios y 92 poles.
Los 15 puntos sumados los sábados de cada gran premio han hecho que pueda clasificarse en puesto número 19, un lugar que se encuentra bastante alejado de los ‘cabecillas’ de la competición. Pecco Bagnaia, vigente campeón de MotoGP le saca 199 puntos.
Las continuas caídas sufridas con la Honda 2023 han demostrado que Márquez no consigue dominar la moto, aunque no es al único que le ha ocurrido utilizando este vehículo. Desgraciadamente, aunque no es el único que se ha visto afectado por ello, ha sido el que más veces se ha visto contra el suelo, de hecho, en Silverstone sumó su caída número 15. Desde 2022, Marc no consigue acabar una carrera larga, un dato bastante preocupante para el futuro profesional del piloto español.
Desde luego, Marc no podrá salir de esta espiral hasta que consiga dominar el inestable vehículo, o que cambie de empresa. Honda se ha visto envuelta en una situación que ha hecho que consiga una mala reputación, ya que sus pilotos se han quedado fijados en las últimas posiciones.
Lo que es obvio es que Marc se encuentra ahora mismo en el peor momento de su carrera, una situación que le ha llevado a entrar en crisis, algo que se está viendo reflejado no solo en sus resultados, sino en su actitud y en las ganas que muestra de cara a la competición. El piloto tiene los ánimos por los suelos, y no es para menos teniendo en cuenta que las múltiples lesiones sufridas le hicieron incluso perderse las carreras en Termas del Río Hondo, Austin y Jerez.
Marc ha dejado claro que necesita un tiempo para pensar en todo lo que está pasando y volver más calmado para mostrar una mejor actitud ante los problemas. De hecho, el sábado de Silverstone se tomó el sprint como si se tratara de un entrenamiento, ya que era consciente de que no iba a poder ni siquiera rozar los primeros puestos: "Cuando noté que las sensaciones no eran buenas me calmé, y me puse el chip de un ensayo libre. En seis carreras me he roto tres huesos y un ligamento. Abrí la ventana y pensé que había una oportunidad, pero luego las sensaciones no estaban. La experiencia de lo que pasó en Alemania tiene que servir de algo".