Se inició en la categoría de 600 c.c. en la temporada 2018/2019, compite en el Campeonato Interautonómico y en enero cumplirá 29 años. En una entrevista con EFE, a la primera pregunta sobre su edad, contesta rápido: "aunque no lo parezca, creo que la edad no es ningún hándicap, es el dinero".
Dani Eurrutia heredó de uno de sus abuelos la afición por las motos, con él veía de niño todas las carreras por televisión y asistía al circuito local de motocross, puntuable para el campeonato de España y que, de no ser por la covid-19, hubiera acogido en septiembre su edición número 42. "Soy aficionado desde siempre, adaptándome a lo que me he podido permitir".
Su primera experiencia sobre las dos ruedas fue en la moto del abuelo hasta que, de adolescente, tuvo su primera, una Rieju de 50 centímetros cúbicos. En los años transcurridos desde entonces ha sumado caídas, lesiones y cirugías, y ha restado "viajes, relaciones personales y rutinas" de cualquier joven de su edad.
Presume tímido de su "bestial" capacidad de recuperación, tanto física como mental, y opina que "todo está en la cabeza, todo es actitud".
Según defiende, en la vida hay que tener "constancia y tesón, y no hay que tirar nunca la toalla. Dan igual los resultados", y afirma rotundo que esas enseñanzas son fruto de su experiencia en el motociclismo.
A la pregunta de si merece la pena el esfuerzo que requiere para alguien como él dedicarse al motociclismo, dice que es consciente de que "desde fuera puede parecer que no porque no hay una recompensa tangible en la inmensa mayoría de los casos", si bien hace hincapié en que a nivel personal "por supuestísimo que merece la pena" por lo que aporta el deporte.
"Estoy hablando de superación, de confianza en uno mismo, de madurez y de no rendirse ante el primer problema, por ejemplo, y todo eso me lo ha dado la moto. Yo soy otra persona desde que me dedico a ésto y, con independencia del resultado de la próxima temporada y de mi futuro sobre las dos ruedas, seguiré entrenando, saliendo a correr, haciendo bici... porque gracias al sacrificio que requiere el motociclismo he aprendido que siempre ganas cuando das lo imposible para conseguir algo que sabes que está ahí, lo logres o no", explica.
Dani Eurrutia, que se ha marcado como meta para la próxima campaña ganar el Interautonómico y participar, al menos, en siete pruebas de otras categorías para sumar experiencia, quiere integrarse en la disciplina de un equipo para mejorar su logística y aliviar la presión que ahora recae en exclusiva sobre él y su mecánico, dueño de Talleres Rubio, en Villanueva del Segura.
Dice que el presupuesto de una temporada "está totalmente fuera del alcance de una persona normal", con una estimación para la próxima de unos 41.000 euros en gastos, por lo que anima al sector privado a que apueste por el mundo del deporte y su patrocinio, que tiene desgravaciones fiscales, ante la "falta de apoyo de las instituciones".
Como en cualquier otro ámbito de la vida, según reconoce, se tiene que enfrentar a competidores que no están en su misma situación, lo que le obliga, en su caso, "a aportar de pilotaje todo lo que no me da la moto de plus".
"Cuando empecé hace dos temporadas tuve mala suerte en la primera carrera, en Albacete, y destrocé completamente la moto. Ahora corro en una que tiene más de 13 años y me tengo que enfrentar a motos de 2020, por ejemplo", con lo que eso significa de avances técnicos y de ingeniería mecánica.
Eurrutia cree que el rendimiento de una carrera depende del "factor moto, factor piloto y otros factores externos que tienen que ver con lo psicológico" y es en ese último aspecto donde el equilibrio emocional, la concentración y la capacidad para abstraerse del entorno entran en juego y benefician, según él, al profesional "mimado" por su equipo.
Muy activo en redes sociales para ganar seguidores y ayuda financiera, este piloto admira a Marc Márquez, aunque reconoce que se fija en todos los grandes, y los sigue y estudia al detalle para aprender de ellos.
Pese a la lógica rivalidad de los campeonatos valora el compañerismo que, en general, ha encontrado en sus oponentes y concluye: "el motociclismo me ha cambiado la vida totalmente, me ha enseñado a ser humilde para poder llegar más lejos".
Celia Cantero