Jorge Lorenzo, tres veces campeón del mundo de MotoGP, hizo un repaso por su trayectoria en el motociclismo y comentó en DAZN que entró "en MotoGP de una forma muy irreverente y sin complejos".
Jorge Lorenzo habló desde el punto de vista humano y aseguró que a su padre se lo debe todo.
"A mi padre, profesionalmente, se lo debo todo. Sin su pasión, sin hacerme esa primera moto y sin llevarme a entrenar, llevarme a las carreras y acompañarme a todos estos sitios, yo no hubiera sido piloto, no hubiera sido campeón del mundo", dijo.
"El padre perfecto no existe y nadie te enseña a ser padre. Mi padre intentó hacer de padre de la mejor manera posible", añadió.
En lo referente al mundial, el balear indicó que sintió "que era el momento de dejarlo y hacer otras cosas". Y sobre sus años de competición que "cuando estás para ganar compensa, porque son momentos de victoria y de sensación de euforia y éxtasis, y compensa todo lo malo".
Lorenzo también habló de sus inicios. "Entré en MotoGP de una forma muy irreverente y sin complejos. Me adapté muy rápido a la moto, la moto parecía muy natural para mí".
El final de carrera en Montmeló con Valentino Rossi, también mereció su comentario en la entrevista con DAZN.
"Llegamos a Montmeló muy parejos y entonces el ambiente era muy tenso porque Valentino quería seguir siendo el número uno del equipo y no quería que el joven piloto, en este caso yo, le arrebatase ese poder en el equipo", comentó Jorge Lorenzo.