Parecía imposible que llegara este momento. Red Bull, la escudería que lleva dos años consecutivos dominando la Fórmula Uno, está derrotada. Aún tienen muchas opciones de conseguir llevarse los dos títulos a final de temporada, algo a lo que están acostumbrados, pero la sensación en el garaje es totalmente diferente. Saben que con cada carrera que pasa McLaren está por encima, y ver cómo empezaron el año dominando y cómo se les ha ido apagando la imbatibilidad es duro.
La sensación en la escudería austriaca es de derrota y de pasividad, como si no pudieran hacer nada y estuvieran esperando a la tragedia. Había un malestar y una tensión notorio estas últimas semanas, pero tras el GP de Azerbaiyán todo ha ido a peor. La escudería papaya les ha adelantado en el mundial de constructores y ya no se ven capaces de recuperar este puesto. Y menos en Singapur, la próxima carrera que se celebra este fin de semana.
El asesor de la escudería austriaca, Helmut Marko, confiesa que han perdido las esperanzas de luchar por el mundial de constructores, sobre todo después de las sensaciones del monoplaza en Bakú. "Max ni siquiera pudo engancharse. Los neumáticos fallaron y las temperaturas de los frenos subieron. El coche tiene potencial, pero la configuración aún es muy sensible" afirma Marko, que o ve mejoras en Austin o confirmará definitivamente que se les escapa el título.
La única esperanza de Helmut está puesta en el mundial de pilotos, que cree que Verstappen sí puede conseguir. Especialmente tras las últimas carreras de McLaren y las fracciones que ven en el equipo, con lucha de egos y demasiados nervios de Norris por conseguir su primer mundial. "Lo positivo es que Oscar Piastri está cerca de Lando Norris en términos de puntos y hay órdenes de equipo dentro de McLaren. Por lo tanto, la situación no será tan clara" sostenía el asesor.
Aun así, tampoco confía realmente en la victoria del campeonato individual: "Necesitamos mejorar desde Austin. De lo contrario, el campeonato de pilotos también estará en peligro"
Mientras le dan toda la confianza a Max para conseguir la victoria, le quitan los pocos méritos a Checo Pérez. Y es que el ex piloto austriaco culpa al mexicano del 'sorpasso' de la escudería británica. Es obvio que el monoplaza ha bajado de nivel, pero la diferencia de conducción entre Checo y Max es muy notoria. El neerlandés lidera la clasificación mientras que Pérez ocupa el séptimo puesto, con los dos Mclaren, los dos Ferrari y el Mercedes de Hamilton por encima.
Más aún con lo sucedido en Azerbaiyán entre Pérez y Sainz. El choque a dos vueltas supuso el abandono de un Red Bull y cero puntos, una situación crítica para el equipo. Además, el asesor culpa al mexicano: "veo a Sainz haciendo un movimiento brusco hacia la izquierda, lo que desencadenó el accidente, pero también creo que Checo Pérez no se apartó voluntariamente". "Nos costó una cantidad increíble de puntos y, como dije, todo será aún más difícil para Singapur" añdió Helmut Marko, que cada vez tiene menos fe.