Esta temporada de Fórmula Uno se está convirtiendo en todo lo que se pedía desde hace años. El dominio de Red Bull está llegando a su fin y la lucha por los campeonatos, tanto de pilotos como de constructores, tiene varios candidatos. De hecho, en Singapur se está confirmando que puede haber un nuevo rival de cara a la recta final.
En la primera sesión de entrenamientos libres Ferrari ha sido el coche que ha dominado el circuito de Marina Bay. Leclerc ha marcado el tiempo en la FP1, haciendo un crono de 1:31:736 minutos e imponiéndose a los actuales líderes del mundial por equipos, McLaren. Lando Norris se ha conformado con el segundo puesto, pero está claro que la escudería italiana y la británica serán los líderes en Singapur.
La tercera posición ha sido para el otro Ferrari, el de Carlos Sainz. Después del accidente en Bakú que le dejó fuera del podio, quiere volver a conseguir buenos resultados en sus últimas carreras vestido de rojo. Por detrás ha finalizado Max Verstappen. El actual líder del mundial intenta en cada carrera aprovechar su talento al volante para reducir los daños que le pueda hacer el equipo papaya.
Antes de enfrentar la nueva carrera y tras su gran actuación en el GP de Azerbaiyán, en el que quedó sexto siendo 'el mejor del resto', Alonso quería poner los pies sobre la tierra. Sabe que Aston Martin todavía no tiene el nivel para hacer grandes cosas y pelean por entrar en la zona de puntos. Algo que él ha conseguido en estos primeros entrenamientos al terminar la sesión en la novena posición. Mientras, su compañero de equipo, Lance Stroll, sólo ha podido ser decimoquinto.
El cuarto puesto de Max no es la posición esperada por la escudería austriaca, pero es que las actuaciones de Checo Pérez terminan por hundirles. El mexicano ha terminado estos primeros entrenamientos en la decimocuarta posición, y Red Bull pierde los nervios. Si siguen así no sólo podrían quedarse sin opciones del título conjunto, también podrían perder el de pilotos que actualmente pertenece al neerlandés.
Mientras los de Horner sufren cada vez más, McLaren toma más fuerza para asestarles el golpe definitivo, a la vez que Ferrari aprovecha este enfrentamiento para ir sumando puntos, de forma discreta pero cada vez más cerca de meterse en la lucha por el título.