Mientras termina por resolverse su futuro, Carlos Sainz se ha mostrado pensativo y analista sobre toda su trayectoria en la Fórmula 1. Es uno de los pilotos más asentados de la parrilla y llegar hasta donde está ahora le ha costado lo suyo a pesar de que muchos puedan pensar que su padre también tiene mucho que ver. Claro que lo tiene, pero el trabajo del madrileño ha sido el que le ha bastado hasta llegar a la cima.
El propio Carlos Sainz (hijo) ha repasado los consejos que le daba su padre de pequeño en una entrevista para NudeProject y que ahora parece aplicar también la Fórmula 1. "Yo me acuerdo de un consejo, que a mí me cambió un poco la vida, porque yo siempre he sido un chaval un poco inocente y de pequeño pecaba de inocente bueno. Yo creía que era amigo de todos, que a todos les caía bien y el mundo del motor es un mundo muy cabrón. A los 10-11 años, iba a las carreras de karts, yo chavales, de 11, 12, 13 años, yo me creía que era amigo de todos", comenzaba diciendo el piloto de Ferrari.
Poco iba a tardar en darse cuenta que la realidad iba a ser otra: "Y me daban una cera... no sé si era por ser el hijo de Carlos Sainz, tenían más ganas de ganarme, que en cierto modo lo entiendo, porque a esa edad estás intentando destacar, pues igual sus padres le dirían que era el hijo de Carlos Sainz y que iban a estar mirándole, y si ganas al hijo de Carlos Sainz, es que eres muy bueno, o puedes destacar más todavía, y me daban una cera... me daban por detrás, me sacaban de la pista, no podía ganar".
Por ello, su padre tuvo que intervenir para evitar que su hijo se apartase de su sueño. "Un día me sentó mi padre y me dijo, ‘Carlos, la vida es muy cabrona y más en este deporte, o muerdes o te muerden, y ahora mismo, te están mordiendo, te están haciendo la vida difícil. Sé que eres buen chaval, que te gusta ser amigo de todos, hacer amigos, jugar al fútbol con otros pilotos, pero aquí, o muerdes o te muerden y cuando te pongas ese casco, asegúrate que eres el que muerde’", explicaba Sainz.
El piloto madrileño desveló que le costó un poco cambiar de mentalidad, pero que finalmente dio un giro radical a su forma de pensar. "Me costó un tiempo cambiar el chip de ser el chaval bueno, a ser el que ‘si te tengo que sacar de pista, te voy a sacar’. No por ser el hijo de y tener el miedo de que se diga que soy un guarro en pista, que igual tenía ese miedo que todos me miraban más y piensen que el hijo de Carlos Sainz es un guarro. Tienes muchos mini-complejos, sabes que muchos te están mirando por ser hijo de, igual tienes mucho más cuidado", finalizaba.