"No tenemos tiempo. Ése es el principal problema en este momento. Así que tenemos que aguantar así, maximizando fortalezas del coche como el DRS. Hay que mantener la calma, concentrarte en tus problemas... Creo que el desarrollo no siempre es una línea recta. Desarrollas tu coche en una determinada dirección y luego, en la pista, descubres que hay otros problemas. Y con la intensidad del calendario, semana tras semana hay que actuar y a veces te lleva un poco más de tiempo", explicaba Mike Krack, jefe de Aston Martin, después del enésimo desastre en las últimas carreras de los monoplazas verdes.
Las palabras de Krack, en Montmeló, llegaban como respuesta a la queja de Fernando Alonso, quien aseguraba que no esperaba nada en los próximos grandes premios y dejaba una frase que ahora cobra sentido. "Espero las mejoras, pero también las esperaba el año pasado y al principio de este", señalaba el asturiano.
El piloto español siempre ha defendido la estrategia de mejora continua de su Aston Martin, pero ya está empezando a perder la paciencia ante el empeoramiento continuo de las prestaciones de su monoplaza y desde su escudería, al fin, han acabado reconociendo que el coche no está funcionando como deseaban desde la pretemporada.
"Creo que desde el principio del año -tuvieron problemas-, pudimos ver algunas limitaciones que nos lo están poniendo difícil. Hemos estado trabajando en ello desde entonces, llevamos piezas a casi todas las carreras, tanto mecánicas como aerodinámicas para ayudar en esos contratiempos. Las piezas que hemos utilizado en las últimas carreras han sido bastante mejores para eso, y esta es realmente una mejor prueba. En este tipo de circuito, creo que si hubiéramos tenido el coche que teníamos a principios de año, habríamos luchado por estar, creo, en la Q2, a cuatro décimas y media del mejor tiempo", señala a Motosport.com el director de ingeniería de Aston Martin, Tom McCullough, uno de los que más presión está teniendo que soportar por los malos resultados.
"Estamos trabajando a toda máquina para traer las actualizaciones tan pronto como podamos para resolver los problemas. (...) Hay cosas que sabemos que tenemos que abordar y lo bueno en este momento es que cuando estamos trayendo piezas a la pista se están abordando esas cuestiones, es un juego relativo. Creo que sabemos lo que estamos tratando de lograr. Es bastante difícil y eso es lo esencial, tanto mecánica como aerodinámicamente", reconocía McCullough, que también admite que esta semana, en Austria, tocará sufrir y que los demás equipos de Fórmula 1 no se están quietos y, por eso, algunos les están pasando.
"Nadie no se está desarrollando, nadie está parado. Estamos relativamente contentos, pero es solo relativamente porque no es donde queremos estar, con los dos Alpine por delante de nosotros, por márgenes muy pequeños", admite ante la queja del propio Alonso de que Alpine, que era el peor equipo en el arranque de temporada, ya esté por delante.