Saúl Níguez se expresa como si llevara media vida en el Sevilla, con un compromiso que resulta incluso sorprendente y una ilusión desbordante por volver ya a los terrenos de juego después de "pasarlo mal" al sufrir una situación a la que no se encontraba acostumbrado, tanto en cuanto nunca había sufrido una lesión de este calado.
Así, en la rueda de prensa ofrecida hoy en la ciudad deportiva nervionense volvió a mostrar galones de figura crucial en el vestuario y confirmó que está listo para reaparacer ante Osasuna este lunes, algo que incluso considera conveniente aunque solo sean unos minutos.
"Obviamente, me encuentro mucho mejor. Llevo seis días entrenando con el equipo y voy cogiendo ritmo. Estoy disponible para Osasuna si el doctor me lo permite y el míster lo considera oportuno. Lo más prudente sería tener minutos para adquirir sensaciones y poder volver a reencontrarme tras una lesión dura y larga para mí", apuntó el ilicitano, que señaló que tiene muchas ganas de "devolver sobre el campo todo el cariño" que le ha dado la afición y que no escondió que siempre ha tenido en mente el partido del 8 de diciembre ante su equipo, el Atlético de Madrid.
"Te mentiría si te dijera lo contrario. Cuando me lesioné y me dijeron el tiempo de baja miré el calendario para ver si estaba disponible. Después me di cuenta que no es lo más importante, porque, además, de primeras, no voy a poder estar al cien por cien. Ojalá pudiera volver al máximo, pero eso no podrá ser, tengo que ir cogiendo ritmo poco a poco. Mi mayor preocupación ahora es volver bien y no recaer. Tengo la ilusión de un niño", apuntó Saúl, que habló de cómo ha sido su recuperación.
De este modo, reconoció que ha sufrido un calvario durante su tiempo ausente y que incluso, después del derbi, pidió irse a Madrid para recuperarse, porque "mentalmente no estaba bien". "Lo he vivido todo con mucha frustración. Es la primera vez que he tenido una lesión de este tipo y me ha costado mucho adaptarme a cualquier situación. En un entrenamiento prederbi lo pasé tan mal que pedí recuperarme en Madrid, pero tras el parón me vino muy bien volver, porque necesitaba el día a día con mis compañeros. Entendí que tenía que aportar desde donde fuera, desde la grada, en el banquillo. Sentarme en el último partido me hizo sentirme más participactivo y ahora solo queda aprovechar los minutos que me den el lunes", apuntó Saúl, que habló sobre su rol de líder.
"Cuando miramos hacia arriba nos descentramos"
"Somos un equipo joven y eso hace que mi edad y mi experiencia me posicione en ese lugar. Ser un equipo joven tiene sus cosas buenas y malas, y en los peores momentos tenemos que ser uno; si la afición te ve que te esfuerzas te premia. Pasó con Isaac, que falló una ocasión, la afición le aplaudió por su trabajo y en la siguiente jugada asistió", señaló Saúl, que no descarta conseguir algo importante, pero que recurre al partido a partido.
"Llevo 14 años con lo mismo, partido a partido. Nos dimos cuenta hace tres jornadas, cuando miramos hacia arriba y nos descentró y perdimos una oportunidad contra el Leganés. El tema es vivir al día a día de un proyecto en construcción, crear algo bonito. Tenemos cosas para creer y tener esa ilusión de hacer algo grande", afirmó.