Recta final de la semana en clave sevillista. Entre ceja y ceja, la misión de devolver la ilusión al sevillismo y a su propio vestuario, desviado del rumbo de buenas sensaciones desde hace dos choques ligueros. Así, este viernes el Sevilla FC completó la penúltima sesión previa al enfrentamiento al Rayo Vallecano de la 14ª Jornada de LaLiga, tratando de imponer la regularidad necesaria para encauzar el rumbo y empezar a atisbar cotas más altas en la clasificación. A falta de dos días para el regreso de LaLiga en el barrio de Nervión, García Pimienta conoce la disponibilidad de una plantilla que, por otra parte, ha vuelto a verse amenazada por las lesiones. La más reciente fue la baja de Tanguy Nianzou, que ha vuelto a romperse el recto anterior del muslo derecho y se despidió, antes de lo previsto, del presente año 2024. Por su parte, desde Alicante siguen llegando buenas noticias. Saúl Ñíguez encadena su segunda sesión consecutiva por el resto del grupo.
Tras ejercitarse en solitario en las sesiones anteriores, el centrocampista cedido por el Atlético de Madrid, dejó atrás las molestias que provocaron su ausencia durante dos meses, dado que su última aparición fue ante el Real Valladolid, choque en el que sufrió lesión de alto grado en el bíceps femoral del muslo izquierdo. Este viernes sumó su segundo entrenamiento a las órdenes de García Pimienta.
Más noticias positivas llegan bajo los palos. Nyland sufrió un esguince grado 2 del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda a finales de octubre, que le ha mantenido apartado de los terrenos de juego. En pleno proceso de recuperación, el meta noruego trabajó sobre el césped junto a su preparador físico.
Gudelj y Montiel reaparecieron en la dinámica grupal tras sus periplos internacionales. Superadas las molestias el serbio, que encadenó varios entrenamientos en el gimnasio, el último en incorporarse fue el argentino, tras el último envite ante Perú. Quedan así en la enfermería Ejuke e Idumbo, así como el recién lesionado Tanguy Nianzou.