Está dejando jugar De Burgos Bengoetxea en Montjuic, lo que podría beneficiar en algunos escenarios al Sevilla FC, aunque el conjunto nervionense se quejó pronto de que el colegiado vasco perdonase la amarilla a Alejandro Balde por un pisotón a Isaac Romero. Cumplida la media hora, tampoco penalizó una mano clara del lateral zurdo azulgrana, que, siguiendo ese razonamiento, se habría enfrentado en ese momento a una hipotética expulsión. Fútbol ficción, qué duda cabe. Para entonces, el FC Barcelona ya ganaba cómodamente gracias a los tantos de Lewandowski y Pedri, el segundo de golazo tras una transición iniciada por él mismo con el robo en área propia a Peque y el polaco, tras un penalti del propio ex racinguista a Raphinha. Una primera exploración determinaba que el agarrón por detrás del '14' blanquirrojo no era suficiente para derribar al atacante brasileño. Según los ojos que lo analizasen, parecía tirarse, fingir el derribo.
Sin embargo, las repeticiones demostraron que, en realidad, el derribo se produce abajo, pues la rodilla derecha de Gerard Fernández presiona la parte posterior del gemelo izquierdo del ex del Leeds United, que se frena y le espera para ser arrollado. El nervionense ni siquiera protesta, consciente de su error. La acción no se revisó en el VAR, primando el criterio de un colegiado principal que estaba muy cerca y lo señaló rápidamente. Un jarro de agua fría para el Sevilla FC, aunque no hay argumentos plausibles para quejarse, más allá de valorar la mayor o menor intensidad del contacto dentro del área. Tampoco es debatible el 3-0, que llegó en una posición a priori ilegal de Rober Lewandowski, autor del 1-0 desde el punto fatídico, ampliado al poco por el tinerfeño con un golazo. También apuntilló el polaco antes del descanso el que parecía tanto de la sentencia, tras un centro-chut de Raphinha que discurría entre un bosque de piernas.
El fuera de juego semiautómatico está fallando más de la cuenta en este arranque de la 24/25, el de su estreno en LaLiga, aunque ya se pudo ver en una toma lateral de la jugada en cuestión que Lucien Agoumé tarda en salir del área y habilita por poco al '9' blaugrana, que se limitó a desviar el balón tan cerca de Örjan Nyland que éste no pudo siquiera reaccionar. Antes, el guardameta noruego no había estado acertado. Sí en una doble ocasión del brasileño y del propio Lewandowski, evitando y salvando el mano a mano, respectivamente, aunque en la jugada que terminó en el tercer tanto barcelonista no despeja con contundencia un córner, sino que rechaza de puños demasiado cerca de su área. El resto ya está contado.
Al cuarto de hora de la reanudación, De Burgos Bengoetxea tardó en señalarlo, pero lo hizo. Penalti de Pau Cubarsí a Isaac Romero, que había recibido en profundidad de Suso Fernández y recortado dentro del área al jovencísimo central internacional, que le derribó con el brazo. Sin embargo, le avisaron de la posición ilegal del lebrijano. Las repeticiones demuestran que, efectivamente, está un poco más adelantado que el último hombre local en el inicio de la jugada. Mucho más justa parecía luego la posición de Dodi Lukébakio, que galopó para plantarse delante de Iñaki Peña y fusilarle. La acción quedó anulada por posición ilegal de la que no se pudo ver una repetición hasta bien avanzado el partido. Según el sistema automático, fue un fuera de juego más claro. Muchas dudas hubo sobre la bocina con el 5-1, tras una falta cerrada de Pablo Torre y un salto de Iñigo Martínez en la cara de Nyland que le confunde. Se revisó en el VAR y se decretó que el ex de Real y Athletic no estaba más adelantado.