En la noche de ayer Pape Gueye aterrizaba en Sevilla y a primera hora de la mañana de este lunes ha pasado el reconocimiento médico previo a estampar la firma en su contrato de cesión hasta final de temporada. El pivote senegalés será el tercer fichaje de este mercado invernal si contamos la vuelta de Lucas Ocampos como tal, amén del primero en llegar que fue el central Loïc Badé. Además, en breve Bryan Gil llegará a Sevilla para formalizar la que sería la cuarta incorporación para Jorge Sampaoli.
Pero en un mercado tan accidentado en el Sevilla como está siendo el de enero, tanteando muchas opciones, con un presupuesto más que limitado y el culebrón vivido con el fichaje fallido de Jeff Reine-Adélaïde, que llegó a pisar Sevilla y ponerse la ropa del club para luego regresar a Lyon sin firmar su contrato por las dudas que despertaba su estado físico, el fichaje de Pape Gueye también tiene su ración de controversia.
Y es que el pivote senegalés del Olympique de Marsella tiene pendiente una sanción impuesta por la FIFA de cuatro meses sin poder jugar al fútbol desde hace más de un año. Por aquel entonces, el TAS le concedió la anulación temporal de dicha sanción y Pape Gueye pudo acabar disputando la Copa Africana de Naciones que finalmente ganaría con Senegal. Todo viene provocado por irregularidades en su fichaje con el Marsella, pues antes el centrocampista había llegado a un acuerdo con el Watford firmando incluso la documentación pertinente.
El futbolista cambió de idea, se arrepintió y se fue al Marsella finalmente, siendo denunciado ante la FIFA. Pese a la anulación temporal del castigo, el máximo organismo del fútbol internacional ha seguido adelante con su denuncia y todo hace indicar que tarde o temprano tendrá que cumplir esa sanción de cuatro meses fuera de los terrenos de juego, y en el Sevilla confían que sea más tarde que temprano.
El Sevilla, tal y como informa el diario Marca, estaba al tanto de esta situación e incluso consultó el asunto con los abogados de la entidad. La nueva resolución del TAS no se espera antes del verano, por lo que no interferiría en su cesión en el Sevilla. Las partes involucradas en la negociación están convencidas de que podrá jugar en el Sevilla sin problemas hasta junio, cuando finaliza la cesión y volverá a Marsella, pues no hay opción de compra en su préstamo.