Palo judicial a Del Nido y respaldo 'sine die' a Castro en el Sevilla: plenos poderes y charla pendiente con Sampaoli

El consejo de administración del Sevilla FC, presidido por José Castro Carmona, podrá seguir ejerciendo 'sine die', al tumbar los tribunales el último intento de José María del Nido Benavente de recuperar el poder. Y es que, como el propio letrado anticipó el pasado viernes en su comparecencia tras la vista en el Mercantil número 2, el fallo sobre las medidas cautelares que había solicitado para romper el pacto de agrupaciones de acciones que le impedía votar libremente en las juntas de accionistas no se prolongaría mucho en el tiempo, más horas que días. Y ha sido, finalmente, este lunes cuando el magistrado ha notificado a las partes una resolución que, en contra de lo esperado por el demandante, da la razón a los actuales dirigentes, que gozarán ya de estabilidad para tomar las decisiones que crean oportunas sin la sombra del nombramiento de un administrador judicial, entre ellas el futuro del entrenador.

Hay satisfacción a esta hora en el órgano que lideran Castro Carmona y Del Nido Carrasco, quienes confiaban en la labor de Lucas Fernández de Bobadilla Coloma y Alberto Pérez Solano, del equipo de MA Abogados, que han vuelto a conseguir el guiño de una sala y obliga al ex presidente entre 2002 y 2013 a repasar a fondo la sentencia, recurrirla y seguir peleando, aunque ya tendrá que ser en la Audiencia Provincial, cuyo veredicto (tras rechazar el pasado 16 de diciembre de 2022 las otras cautelares pedidas) se retrasará varios meses, ya seguro con la temporada 22/23 terminada. El caso es que, de momento, los 32.000 títulos de marras continuarán agrupados en virtud de la entente que no expira hasta diciembre del año que viene. Un auténtico varapalo para Del Nido Benavente, que seguramente logrará su deseo de volver a ser el máximo dirigente, pero no a corto plazo, si bien sus previsiones siguen siendo optimistas, tanto en signo favorable como en plazos (estipula que tardarán tres meses en resolver el pleito, ya que lo que han desestimado son las medidas cautelares, y otros tantos para la resolución del recurso en la Audiencia).

Con este nuevo escenario, en realidad el antiguo aunque con mayor vigencia, lo único que puede impedir un despido de Sampaoli si así lo decide el comité ejecutivo del Sevilla FC es el capítulo económico. A estas horas, con la jornada 24 a punto de finalizar, el conjunto blanquirrojo es decimoséptimo, con 22 puntos, los mismos que su antecesor, el Getafe, y que su próximo rival liguero, el Almería, primero de los que descendería ahora mismo. Sólo el 'goal-average' general, único que impera hasta la jornada 38, le salva del K.O. (para los amantes de la estadística, si el campeonato terminara esta noche, bajarían los azulones, los peores en el triple empate de momento), pero los duelos particulares se irán definiendo en las próximas semanas. En la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán fueron consecuentes, a pesar de que hubo cierto quórum a favor de la destitución tanto el sábado por la noche en los pasillos del Metropolitano como ya el domingo por la tarde durante la reunión exprés de los rectores. Existía la posibilidad, por pequeña que fuese, de un revés judicial, por lo que primaba la responsabilidad de no hipotecar a quien tomara las riendas con una decisión inviable en lo monetario.

A día de hoy, la idea consensuada entre el presidente Castro y Monchi es dejar que Nervión dicte sentencia el jueves y muy probablemente el domingo ante los indálicos. Sampaoli no tiene en su mente dimitir, entre otras razones porque cree que la principal culpa reside en la falta de efectivos defensivos. Si esto es sólo un bajón puntual y hay una respuesta positiva ante Fenerbahçe y, sobre todo, Almería, se renovará el voto de confianza, aunque la obligación del director deportivo es hablar con posibles relevos, como ha ocurrido con los agentes de Vicente Moreno y no tardará en ocurrir con el de José Bordalás. En este último caso, al estar libre y no tener que abonar ninguna compensación a su actual club, el alicantino tendría cierto margen de maniobra. Con el LCPD sobrepasado, en el seno de la comisión ejecutiva se estudian fórmulas por si la situación del banquillo se vuelve ya insostenible y el argentino insiste en cobrar el finiquito total, de casi seis millones de euros netos (hay que recordar que no hay escapatorias al contrato, hasta el 30 de junio de 2024, ni siquiera en caso de caer a descenso). Una de ellas sería proponer a su eventual sustituto un pago a fecha 1 de julio, ya dentro del siguiente ejercicio, aunque Castro tendría la conversación pendiente con Sampaoli para recordarle que, en la primavera de 2017, aceptó dejarlo ir para ser seleccionador albiceleste, pese a tener una vinculación en vigor... si bien el de Casilda puede esgrimir que a la AFA le costó 1,5 millones de euros, lo que ponía en su cláusula de rescisión.