La etapa de Quique Sánchez Flores en el Sevilla FC fue breve pero intensa. El madrileño llegó a Nervión en una situación delicada en todos los aspectos. Cerca de los puestos de descenso y con un convulso panorama en lo extradeportivo. La temporada 2023/2024 no se recordará con especial agrado en el Sánchez-Pizjuán. Pasaron tres entrenadores: José Luis Mendilibar, Diego Alonso y la terminó él. Un año para olvidar donde se pudo sellar la permanencia en la máxima categoría. Ya sin equipo y con tiempo para reflexionar, el extécnico rojiblanco recuerda su paso por Eduardo Dato y no se olvida de la afición.
Quique aterrizó en el Sevilla a finales de 2023. La carta de Diego Alonso no salió como esperaba Víctor Orta y el experimentado entrenador fue la solución de emergencia para encaminar la situación. En los seis meses que permaneció al frente del club dejó un balance de 11 victorias, cuatro empates y otras 11 derrotas. Logró la permanencia pero decidió conjuntamente con la entidad no seguir.
"Trabajé a corazón abierto los seis meses en el Sevilla", comenzó diciendo el entrenador en una entrevista mantenida con los compañeros de Diario de Sevilla. Una charla que combina lo profesional y lo personal y en la que muestra sus mejores deseos al conjunto hispalense."La afición se merece no sufrir más. Todos en el club estuvieron muy cerca de mí todo el tiempo y lo hicimos lo mejor posible. Quiero que al Sevilla le vaya bien, que pueda remontar y poco a poco se vuelva a acercar al sitio que merece su historia", detalla.
Un Quique que hizo un alto en la entrevista para elogiar el rendimiento y la carrera de una leyenda del club como Jesús Navas: "Parecerse a Jesús sería de lo mejor que puede pasarle a un padre porque es muy complicado ser buena persona, humilde, responsable en el trabajo y tener el don de querer ayudar. Es muy difícil montar todo eso en alguien con una carrera tan prestigiosa. Todos queremos ser Jesús Navas", sostiene.
También quiso recordar la figura del malogrado José Antonio Reyes. Lo entrenó en el Atlético de Madrid y lo conocía a la perfección: "No es fácil mezclar tanta abstracción como tenía él de la presión y tantas capacidades con el balón. Su lectura de juego era extraordinaria, su técnica magnífica, no sentía la presión... y de ahí su carrera, sus amistades, el cariño de la gente y todo lo que él recaudó el tiempo que estuvo en vida", comentó sobre el utrerano.
Por último, asegura que no tiene prisa por volver a entrenar: "Tenía claro que iba a descansar para recuperar bien. Tanto mental como físicamente ha habido mucha dedicación y afortunadamente puedo elegir cuándo entreno y cuándo freno".