Por tercera ventana de fichajes, de las cuatro últimas, Luis Alberto está siendo protagonista. Y si en las dos anteriores fue su club de formación, el Sevilla FC, quien se posicionaba para recibirlo ahora es el Cádiz CF el que más interesado ha estado en acoger a su paisano.
El problema, como en su día tuvo el equipo de Nervión, tiene un nombre: Claudio Lotito. El peculiar presidente de la Lazio no acostumbra a regalar nada y ha demostrado sobradamente que sabe soportar cualquier tipo de presión. Y quiere un alto precio por un jugador por el que pagó mucho en su día, al que le hizo un contrato enorme para frenar su marcha al Sevilla y al que este mismo verano valoraba en 30 millones de euros.
El Cádiz, como venimos publicando, no sólo no puede llegar a tanto sino que sólo podría pactar una cesión hasta final de temporada con opción de compra. Y que el jugador aceptase una rebaja de ese alto sueldo (3 millones netos) que ahora tiene.
Maurizio Sarri, técnico de la Lazio, ha tenido encontronazos con el futbolista de San José del Valle casi desde su llegada hace año y medio. El pasado año logró encauzar la situación y Luis Alberto acabó jugando, pero en esta campaña, tras un verano en el que estuvo más tiempo pensando en el Sevilla, ha adquirido un rol secundario y apenas suma poco más de 500 minutos en la Serie A más 307 en la Europa League. Eso sí, como siempre, bien aprovechados, ya que es un futbolista que siempre da rendimiento y que ha sumado cuatro goles y dos asistencias en este tiempo.
El Sevilla, que ya llegó a 'ofrecer' hasta 16 millones por él la pasada campaña, buscará un mediocentro en este mercado, pero no es su prioridad. Ésta pasa por un central que también pueda jugar de lateral zurdo, dadas las carencias inminentes. Y, en segundo lugar, gente con gol. Como ha dicho hoy el propio Jorge Sampaoli, a Monchi le ha pedido "20 goles" en el mercado de enero.
Lo último, a priori, será el centrocampista y éste, dependiendo de los movimientos previos, podría ser ofensivo o un pivote si no encuentra lo que quiere y debe retrasar a Gudelj. Luiz Alberto, también para el Cádiz, será un fichaje de última semana de mercado, cuando los precios bajen y ahí habrá más competencia para hacerse con él.
Todo eso si llega hasta ahí, porque todas las informaciones que vienen de Italia avisan que Sarri quiere una pronta solución. O puede contar con Luis Alberto o le traen un sustituto, pero no quiere volver a estar en vilo hasta la última semana. Lotito tiene claro que, en caso de cambio, será una solución provisional o definitiva a coste cero y de mínimo riesgo; y ahí, según algunos medios, ha aparecido el nombre de Isco Alarcón, quien habría sido ofrecido en el club romano.
Aparte de los movimientos que esté haciendo Jorge Mendes, el agente del malagueño, los intermediarios deben estar ofreciéndolo en todos los equipos punteros de Italia -y no tanto- porque ya es el quinto club de la Serie A con el que se le relaciona desde que dejara el Sevilla hace unos días.
La cuestión es que el cambio sería de hombre por hombre y en el que casi todos quedarían contentos. Solucionaría un problema a la Lazio, Isco jugaría en un equipo con aspiraciones y Luis Alberto más comprensión para volver a casa, ya sea la gaditana o la sevillana.