Este domingo, si no hay variación improbable de última hora, habrá alrededor de 400 aficionados béticos en la grada alta entre la grada de Fondo y la de Gol Sur del Ramón Sánchez-Pizjuán destinada al público foráneo, una zona con capacidad mayor (casi el triple), igual que ocurre con la denominada 'jaula' del Benito Villamarín (esquina superior entre Fondo y Gol Norte). Concretamente, el acuerdo en la 23/24 fue una cesión de 530 entradas a precio reducido (30 euros, dentro del pacto de la mayoría de clubes de Primera división para favorecer los desplazamientos) para cada entrega de El Gran Derbi, si bien el 20% se destinaba a las peñas y un 5% a compromisos institucionales. El resultado es que la variedad de colorido en los anfiteatros disminuye considerablemente, lo que abre el debate sobre la pertinencia de otro reparto.
"Mientras sea algo recíproco y razonable, porque tus aficionados tienen que estar en ese tipo de partidos, no tengo ningún problema en sentarme y hablarlo", argumentaba este miércoles el presidente del Real Betis unos minutos antes de abanderar la expedición verdiblanca a Polonia, donde este jueves se disputa la primera jornada de la liguilla de la Conference League entre el Legia de Varsovia y los de Manuel Pellegrini. Contestaba Ángel Haro, precisamente, a la cuestión acerca de su predisposición a aumentar la nómina visitante en los duelos de máxima rivales, puesta en entredicho por la tarde desde el Sevilla FC. La institución blanquirroja utilizó sus medios oficiales para aclarar, "sin ánimo alguno de polemizar o atacar a nadie, puesto que las razones esgrimidas son perfectamente respetables", que es el otro equipo de la ciudad el que se ha negado repetidamente al aumento del paquete de localidades cedidas.
"En anteriores reuniones, el Sevilla FC planteó este asunto. Y, este mismo lunes, en la subdelegación del Gobierno en Andalucía, se propone de nuevo aumentar el cupo de entradas visitantes, pero el Real Betis se niega por razones de seguridad absolutamente respetables”, apuntaba la radio oficial nervionense, recalcando que no habría tenido ningún problema el primero de los anfitriones esta campaña en los derbis en mandar más de las 530 entradas a sus homólogos heliopolitanos, esperando un trato idéntico en la segunda vuelta, allá por el último fin de semana del mes de marzo de 2025, en la Avenida de La Palmera. Sin embargo, y siempre según la versión sevillista, Haro y sus colaboradores habrían declinado la oferta para mantenerse en unas cifras de público que, infiltrados en otros graderíos aparte, supondrá que, en este arranque de octubre, haya diez veces menos béticos en el Pizjuán que blanquirrojos.
No ha tardado en llegar la respuesta del Real Betis, también por medio de sus canales oficiales. Aclaran desde Heliópolis que la de aumentar el cupo de entradas visitantes en los derbis es una iniciativa de las federaciones de peñas, que así se lo solicitaron a los clubes. Ambas entidades han estado valorando esta posibilidad en sus direcciones generales, aunque desmienten que se tratara en la reunión de esta semana en la subdelegación de Gobierno, recordando que hay actas de dicho cónclave. El Betis, tras hacer las consultas pertinentes, no puede meter más gente en su grada visitante a día de hoy porque tiene que quedar espacio para los pasillos de Policía y personal de seguridad, aunque "estará encantado de seguir abordando este tema y llegar a una solución en cuanto sea posible, ya sea en La Cartuja o en el Villamarín. Pero no es verdad que el Betis se haya negado por dos veces, ni por una. Son cuestiones operativas las que lo impiden a día de hoy".