Aitor Torvisco6 min lecturaEl central de 22 años Loïc Badé es, a fecha del martes 10 de enero, el único refuerzo invernal del Sevilla FC, club al que llega en calidad de cedido por el Rennes en busca de los minutos que no encontró en el cancelado préstamo anterior al Nottingham Forest inglés. Sabe que no tiene tiempo para recrearse en su adaptación y ya conoce de primera mano la exigencia de Jorge Sampaoli, quien pese a saber que aún no estaba para jugar, le colocó ante la máquina de la verdad y le hizo debutar en el momento más tenso del apurado triunfo ante el Getafe del pasado domingo. El 'experimento' salió bien y ahora el futbolista galo confía en ir a más, acumular minutos, ganar partidos y hacer que el club nervionense desee ejercer la opción de compra de 12 millones de euros que estipula su contrato.
Este martes, Badé ha sido presentado oficialmente como futbolista del Sevilla FC y ha comparecido en sala de prensa, donde además de su buena actitud y sus ganas de agradar a la parroquia nervionense, se ha puesto a disposición del técnico para jugar lo máximo posible y en la posición y el sistema que sea. Asegura que no viene con ánimos de revancha, pero se puso serio al ser preguntado por los motivos que le han llevado a ni siquiera poder debutar con el Nottingham Forest, aspecto ante el que no esconde que está dolido y que no entiende por qué le ficharon si el entrenador, Steve Cooper, no contraba con él.
El espigado zaguero galo posó bastante serio para las cámaras de los medios de comunicación con su nueva camiseta con el dorsal 22, número que hereda del rescindido Isco Alarcón y que ya estrenó el pasado domingo en los 25 minutos que le dio Sampaoli. Evidentemente, hay un claro espejo en el que mirarse y ése no es otro que el de su compatriota Jules Koundé, que llegó muy joven y siendo un desconocido, cuajó un rendimiento excelente y se marchó el pasado verano como la mayor venta de la historia de la entidad. A él se refirió en su primera entrevista, aunque en esta presentación ha querido hablar exclusivamente de él y de lo que puede aportar al Sevilla FC.
"El hecho de que el equipo tenga nuevos jugadores es algo positivo. Vamos a intentar mejorar, aportar aire fresco y yo, en concreto, gracias a mis cualidades, a mis ganas de mejorar y a mi ambición, creo que puedo ayudar mucho al equipo".
"La verdad es que me sorprendió mucho el ambiente, los cánticos del público... Fue algo muy bonito lo que se vivió al principio del partido y luego en el campo me sentí muy bien, la verdad. Y además conseguimos una gran victoria, así que todo positivo".
"Sí, espero ser el talismán del equipo, pero todos tenemos el mismo objetivo, conseguir puntos y ganar partidos. Volver a jugar y volver a estar en el campo es algo manífico, estoy muy contento. Si soy talismán, pues mucho mejor".
"Lo que pasó es complicado para mí. Simplemente, no entraba en los planes del entrenador. Yo seguí trabajando y aprendí mucho, porque la mentalidad allí es muy diferente. No jugaba porque el entrenador prefería que jugaran otros. No tengo ganas de revancha. Ahora lo que tengo son ganas de jugar, de hacerlo bien. Entiendo que en este deporte unos juegan y otros no. Yo tengo mucha ambición y vengo al Sevilla FC para jugar muchos partidos y ganar".
"Físicamente me encuentro bien, he llegado muy bien. Estuvimos entrenando en Grecia y estaba un poco cansado de la pretemporada, pero después del primer entrenamiento ya me sentí muy bien y con ganas de jugar. No me esperaba debutar tan pronto, pero ha sido positivo porque todo salió bien".
"Tanto con tres o cuatro atrás, tengo la obligación de adaptarme rápido. Me da igual el sistema, lo que quiero es jugar y hacerlo como mejor le venga al Sevilla FC, nada más. Personalmente, no tengo preferencias, porque todo depende del rival. La idea es desestabilizar al rival y anular su ataque.
"Sampaoli me pidió que estuviese tranquilo, que jugase con libertad y que fuese solidario en el esfuerzo con los compañeros".
