Pasó sin pena ni gloria por el Sevilla FC, jugando seis ratitos contados en LaLiga (101 minutos) y no siendo jamás determinante ni marcando las diferencias que apuntaba su trayectoria en las categorías inferiores del Manchester United y en sus primeras apariciones en el primer equipo de los 'red devils'. Ni rastro en Nervión de ese mediapunta talentoso y desequilibrante por el que los mancunianos habían pagado, siendo juvenil, diez millones de euros al Mónaco. Su desidia y pasotismo, su falta de implicación y algún que otro asunto extradeportivo influyeron en que Quique Sánchez Flores le hiciera pronto la cruz, aunque quizás, simplemente, no estaba el horno blanquirrojo para bollos tan jóvenes e inexpertos. El caso es que aquella opción de compra de 20 millones de euros que fijaron como 'conditio sine qua non' para dejarle salir de Old Trafford pareció siempre una broma de mal gusto.
Tampoco mantuvo ese listón el pasado verano el United, que acabó traspasándole al Burnley para liderar su proyecto de Championship con miras a retornar pronto a la Premier League. En total, 6,4 millones de euros ingresó, con algunos bonus añadidos, la entidad presidida aún por los hermanos Glazer. Y no le está yendo nada mal al franco-tunecino en 'The Clarets'. Aunque de más a menos en lo que a participación se refiere, ha multiplicado por cinco su presencia sobre el verde en un trimestre (once partidos y 589 minutos) frente al horrendo semestre en tierras hispalenses, aunque todavía no ha marcado goles ni brindado asistencias. Encima, quizás lo más importante, ha vuelto a la selección del país de sus ancestros, puesto que, aunque nació en el galo Valle del Marne, es hijo orgulloso de emigrantes magrebíes al país vecino.
De hecho, Hannibal Mejbri acumula ya 30 partidos con Túnez, tras probar suerte en la sub 16 y sub 17 de Francia. Desapareció de las convocatorias, eso sí, unos meses antes de arribar al Sevilla FC y ya no volvió hasta la ventana internacional de octubre, cuando tuvo minutos en el doble compromiso ante las Comoras. Este jueves 14 de noviembre, ingresó desde el banquillo en el minuto 64 por el pivote del Eintracht Ellyes Skhiri para arriesgar en busca del 2-3 en Johannesburgo ante Madagascar, que anuló por dos veces la ventaja tunecina (la primera vez, tras un ridículo autogol del portero Ammanallah Memmiche, aunque, ya con el ex nervionense sobre el campo, Ali Abdi empujó a la red en el minuto 93 el 2-3 definitivo, aunque los visitantes actuaban desde un rato antes en inferioridad numérica, que supone la agónica pero matemática clasificación de 'Las Águilas de Cartago' para la próxima edición de la Copa de África.